miércoles, 25 de mayo de 2016

UNA ESTANCIA IDEAL de Alejandro F. Alameda




"Cuando tus primeros besos
escribieron mudos
mi nombre,
sobre mi cuerpo,
en quietud,
el silencio comenzó a cantar."

(Sujata Bhatt)



Preparábamos una obra teatral para ensalzar la primavera, era mi primer año de Teatro en el instituto y no obtuve ningún papel, me tuve que "conformar" como ayudante del director, y entre mis funciones estaba la de adaptar junto a otros dos guionistas, diferentes poemas de amor y hacer de ellos una digna obra de teatro para representar ante nuestros compañeros, padres y llegado el momento, entre otros Institutos; ya teníamos varios poemas de Bécquer elegidos, pero parecía que las ideas se habían acabado, ninguno de mis compañeros recordaba en ese momento ningún otro poeta merecedor de ser subido a las tablas, y mis propuestas hasta ese momento -Neruda, Plath, Mistral...- no parecían servirles. 
Fue entonces cuando encontré en la Biblioteca-Hemeroteca de la plaza Maguncia un libro de poemas de amor de la India que me dejó fascinada.
No se el tiempo que pasé leyendo hasta que me decidí a llevarlo a casa, y una vez allí leí y releí los poemas hasta que no podía dejar de pensar en verso; hubo dos autores que me arrebataron por completo, Ghalib y Mukthayakka, nunca hasta entonces había leído nada parecido, sus formas de ver, sentir y compartir el amor eran plenas, hermosas, dolientes y magnificadas, en las cuales un seno, un cabello, un roce de piel con piel, se transformaban en universos únicos y grandiosos más allá de los sentidos mismos, era como nacer cada vez que amabas de nuevo y para siempre.
No fue la mejor de las obras. No fue una gran obra. Pero supuso un antes y un después para los que nos sumergimos en sus profundidades en busca del verdadero sentido del amor y el erotismo.


...Ahora entiendo que el amor no me ha enseñado nada
soy incapaz de evadirme de mi misma
mis instintos son bestias sin bosques
mi alma es un ave sin cielo,
¡el cielo se ha abierto en mi sangre
y vuela!...



EL LIBRO.


Una pareja estrena apartamento, es una pequeña estancia con apenas muebles en los que destaca una mesa camilla sobre la que reinaba un orgulloso jarrón con flores, un sillón desvencijado y una cama de matrimonio que ocupaba la parte central del pequeño estudio. Él, quien ha adquirido el apartamento, está convencido que con el tiempo y el conocimiento que ambos tendrán el uno del otro, llegarán a ser una pareja a la que nada ni nadie podrá destruir, pues ella era para él, la mujer de sus sueños; ella sin embargo, reticente a dejarse llevar dado penas y sufrimientos pasados que aún pesan sobre sus espaldas, ve en la convivencia una oportunidad de conocer mejor a un hombre que parece interesante y con muchas cosas que enseñarle, la estadía en aquel lugar sería quien dijese la última palabra entre ambos.

Normas, aprendizaje, libertad, sinceridad, filosofía, religión, sexo,pasión, placer, dudas, ingredientes para conseguir Una Estancia Ideal, aunque no hayan sido utilizados en el orden imaginado ni con el resultado esperado.

Una novela de tendencia masoquista en la cual, según su propio autor, el Amor es de naturaleza sutil.


LA OPINIÓN DEL GATO.

Reconozco que una vez más, como casi siempre me ocurre, lo primero que me atrajo del libro fue su portada; había algo en ella, llena de color, con una imagen onírica de una bailarina india y tras ella, un mandala que me recordaba las plumas de un pavo real y para variar en mi, ojos de gato. Me sentí fascinada desde el principio, cosa que me da algo de miedo porque a veces mis ojos obnubilan mi mente por completo y no me dejan razonar seriamente; así que leí la sinopsis esperando que las palabras confirmaran mi enamoramiento por la portada. Unas escuetas palabras me hablaban de los sueños de un escritor y de creer en lo sublime, poco más ¡Vaya, qué misterio! no solo no me sacó de dudas, es que me llenó de curiosidad y con ella vinieron más dudas como compañía.
Entonces reparé en otra frase: Seremos felices, pues la eternidad es inconmensurable y la vida limitadísima. Fue esta frase junto con la onírica imagen de la bailarina lo que me llevó a recordar unos versos que descubrí años ha, pues en verdad es cierto que la vida no solo es limitada, es veloz y hasta esquiva. Pero no acabó mi sorpresa una vez tuve el libro entre mis manos, no, empezaba a pensar que Alejandro F. Alameda, el autor, estaba jugando conmigo ¿nos conocimos en otra vida y estoy pagando por algo terriblemente malo que le hice? Esperaba una novela que me entretuviera leyendo un par de días, con otro par de cientos de páginas entre las cuales perderme y encontrarme de nuevo descubriendo esa tan anunciada Estancia Ideal, y resulta que me encuentro con un librito tan delgado como mi cartilla de ahorros y con apenas cuarenta páginas ¡Ya me he dejado engatusar por la portada y unas frases filosóficas! y mi excitación se apagó tan rápido como mi resolución para ponerme a dieta cada lunes.
Una novela de tendencia masoquista ¡Una novela!
Y como no tenía nadie cerca en ese momento para quejarme de nada, seguí
unos minutos más expresando mi decepción con un sencillo ¡jooooo! y de vez en cuando un ¡pues vaya! y pasado el tiempo justo de lamentarme -que esto es como todo, si hay que lamentarse se lamenta una, que guardarse las cosas no es bueno, pero sin pasarse ni quedarse corto, lo dicho, lo justo- cogí el libro, un té de vainilla y caramelo, me acomodé en mi sillón y comencé a leer...y para mi sorpresa, acabé de leer sin ser consciente de si había leído durante horas o minutos. No fue solo la historia, ni los dos personajes que por ni saber, no sabemos ni sus nombres, tampoco fueron las "perlas de sabiduría" con las que el autor nos asombra a lo largo del relato, la empatía o la falta de ella que surge irremediablemente hacia los protagonistas, las ganas en ocasiones de decirle a él ¿Porqué no te callas? y a ella ¿Holaaaa, estás boba? nooooo. Tras no poder dejar de darle vueltas a lo que había leído, a lo que había creído leer y lo que creí que me había perdido en el relato, llegué a la conclusión que lo mejor de la novela era sin duda alguna, la forma en la que Alejandro F. Alameda nos la había contado. Como un hábil pastor con sus ovejas, nos había guiado desde el principio por dónde quería llevarnos, presentándonos a los personajes de tal manera que nos creáramos un perfil inamovible de cada uno desde el principio, un rol definido que no hacía más que darnos la razón que cada cual teníamos ya hecha sobre ellos según avanzaba la historia; nos coloca y nos descoloca con el chasquido de sus dedos, como un hipnotizador haría con su "víctima" haciéndola entrar y salir a su gusto de distintos planos existenciales, vamos, de gallina cacareando a motor de coche rugiendo. Un maestro del despiste y el asombro.
De nada sirve planificar, juzgar o protegerse de un futuro mal o cataclismo, la vida tiene sus propios planes para nosotros y por mucho que nos empeñemos en demostrar que somos algo que no somos, esta, la vida, pone a todo el mundo en su lugar. Afortunadamente. Sobre todo para los que saben adaptarse a los cambios, por muy imprevistos que sean.

Si un lobo viste de cordero, pregúntate de qué es capaz de vestirse un cordero para salir inmune de un ataque feroz. 

Una estancia ideal, de Alejandro F. Alameda, cuando una novela no necesita más de cuatro palabras para escribirse...o cuarenta páginas. 




UNA ESTANCIA IDEAL
Alejandro F. Alameda

 Editorial Círculo Rojo

ISBN: 978-84-9126-276-3

Para adquirir la novela, pinchad Aquí


Imágenes:  ©Yolanda T. Villar


Una Reseña de Yolanda T. Villar

©TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS

miércoles, 18 de mayo de 2016

SONRISA DE MUJER QUE HAMBREA RELUCIENTE de Esther Llull





Cierro los ojos y el mundo muere;
Levanto los párpados y nace todo nuevamente.
(Creo que te inventé en mi mente).

Las estrellas salen valseando en azul y rojo,

Sin sentir galopa la negrura:

Cierro los ojos y el mundo muere.

Soñé que me hechizabas en la cama
Cantabas el sonido de la luna, me besabas locamente.
(Creo que te inventé en mi mente).

Dios cae del cielo, las llamas del infierno se debilitan:
Escapan serafines y soldados de Satán:
Cierro los ojos y el mundo muere.

Imaginé que volverías como dijiste,
Pero crecí y olvidé tu nombre.
(Creo que te inventé en mi mente).

Debí haber amado al pájaro de trueno, no a ti;
Al menos cuando la primavera llega ruge nuevamente.
Cierro los ojos y el mundo muere.
(Creo que te inventé en mi mente).

(Sylvia Plath. Canción de amor de la joven loca)




No creo en las casualidades, y menos en las personas casuales. Los encuentros fortuitos no existen, cada una de las personas que se cruzan en nuestro camino lo hacen porque de alguna u otra manera han de ayudarnos a llegar a nuestro destino final; algunos nos hacen retrasar esa marcha, otros nos conducen por caminos equivocados, varios de ellos se convierten en una pesada carga para nuestro caminar y en ocasiones hasta logran distorsionar nuestra visión del camino, y demasiados son los que quieren aprovechar nuestra estela para alcanzar sus propias metas tras haber despejado nosotros de maleza los senderos inhóspitos. Sin embargo son menos las veces que en nuestra ruta de vida aparecen personas llenas de luz, de energía, de positividad, personas que son auténticos maestros pero se presentan como humildes alumnos; suelen ser seres que te transmiten paz con tan solo estar cerca, escuchan y observan y solo cuando están seguros que tienen algo importante que decir, lo hacen. Tal vez lo que han de comunicarte no sea lo que esperes oír, no van a regalarte los oídos gratuitamente ni alimentar negatividades absurdas, no, saben lo que han de hacer y lo hacen, aunque duela momentáneamente porque solo con claridad, respeto y cariño, se puede andar en compañía.
Son sin duda las personas que hacen de tu caminar no solo un placer, sino que le dan a ese recorrido un sentido más allá de lo físico, te ayudan a crecer interiormente; son aquellos que consiguen darte visión periférica de tu propia existencia más allá de tu ombligo, y sobre todo, que tras conocerlas y aprender de ellas es mucho más fácil detectar y alejarse de las personas tóxicas. 

Hace siete años en mi camino se cruzó una de esas personas, y a día de hoy, sigo aprendiendo de ella, disfrutando de su amistad y encontrándonos en nuestro viajar cuando nuestros corazones laten llamándonos.
Esther Llull es una de las preciadas luces que iluminan mi trayecto...


EL LIBRO.

Sylvie es una madre entregada que tras casi tres décadas casada, decide poner fin a su matrimonio; una familia rota, un empleo perdido y una vuelta al hogar materno. Anne Marie es una madre primeriza cuya relación con el padre no pasa por sus mejores momentos, ella se encarga no solo de la crianza y manutención del bebé, además ha de mantener a su pareja el cual parece que hace tiempo que vive en un mundo paralelo. Alejandra es una soltera convencida, enfrentada al mundo entero y confrontada con su propia existencia. Tres mujeres con vidas distintas que sin embargo, al llegar a la madurez de sus vidas se preguntan lo mismo ¿Se puede vivir sin sentir los más locos deseos? ¿Puede una mujer en un momento dado de su existencia dejar de ser ella misma para entregarse incondicionalmente a los demás? ¿Dónde queda el amor, dónde el sexo y dónde los sueños? ¿Qué queda en ellas de las mujeres que un día imaginaron, que llegaron a ser?. La entrega al otro no debe significar perderse una misma, pero tampoco implica que la pareja se convierta en un objeto de uso exclusivo, el miedo, los celos, la insatisfacción, la frustración, el conformismo, las obsesiones, nada de ello es una excusa para convertirnos en seres de piedra ni mujeres de barro.
El equilibrio entre los acontecimientos externos y la forma elegida de vivir al fin sus vidas, será la clave. 


LA OPINIÓN DEL GATO.

Soy una afortunada en muchos aspectos de mi vida, aunque en ocasiones de oscuridad no sea capaz de apreciarlo y me queje de mi mal Sino; pero dura poco esa sensación, suele ser bastante efímera porque pasado el tiempo adecuado para revolcarme en mi desgracia -todos necesitamos de momentos en la vida en los cuales compadecernos- y vivido el duelo necesario que en mi caso no suele durar mucho pues cuando las cosas me salen bien, vuelvo a ser un pájaro que canta. Pero si hay algo en lo que soy afortunada de verdad, es en contar con personas a mi alrededor que me ayudan a crecer y a reecontrarme conmigo misma cuando me pierdo, aunque sea momentánea esa pérdida; y una de esas personas es Esther Llull, la autora de esta novela que nos ha traído hoy a nuestro tejado, Sonrisa de mujer que hambrea reluciente (autora de esta y de varias decenas más, escritora no solo en cantidad, sino calidad)
Mis pasos me llevaron un día hace casi siete años a un portal de blogs literarios, hubo quién me recomendó que leyera ciertos blogs los primeros, para guiarme de alguna manera en aquella maraña de casas virtuales cuyas calles, callejuelas y callejones escondían habitantes tan dispares como peculiares; pero yo me fijé en un blog en particular que parecía haber encontrado al azar, aunque si antes dudé de que así fuera, con el paso del tiempo aseguro que no fue así.
Un texto diferente a los habituales, tanto en forma como en fondo, me atrajo como la miel a las moscas, no puedo explicar que fue pero me sentí inmediatamente conectada con la autora, era como si lo que rondaba por mi cabeza sin orden ni concierto, de repente alguien lo organizara y plasmara ¡Aquella escritora me entendía a la perfección! no solo mis pensamientos se transformaban en palabras, en ideas, en conceptos, en historias, cuanto más leía aquel blog y cuanto más conocía a su autora, mejor me sentía conmigo misma; poder leer, aprender y entablar conversación con  Esther Llull, me hacía reflexionar sobre mis propias convicciones, ver los diferentes ángulos de un mismo espacio y aprender tantas y tantas cosas que desconocía o, si me lo permitís, "malconocía". Aquellas lecturas, nuestras breves pero intensas conversaciones, el paso de los años, las nuevas lecturas, nuevas conversaciones, todo ello ha dado lugar a una conexión entre ambas sin igual; ella escribe y yo se que en su libro encontraré algo que buscaba, que necesitaba, que ignoraba, algo escondido que salía fuera, algo en la oscuridad que necesitaba luz. 



Leerla siempre me reconforta, me apacigua, me conecta conmigo misma y me reconcilia con el exterior, y en Sonrisa de mujer que hambrea reluciente, además, Esther Llull ha conseguido que mis dudas y temores desde hace un tiempo, encuentren respuesta y vía de escape; soy una mujer que evoluciona, que cambia y todo ello me causa cierta angustia, me hace plantearme mi pasado, mi presente y sobre todo mi futuro. Dudo, luego existo. Entonces llega Esther con sus mujeres y sus historias, tan diferentes unas como otras,  y es que identificarse con alguno de sus personajes es sencillo pues la autora siempre nos muestra un abanico de féminas tan extenso, que verse reflejada en ellas es inevitable; su conocimiento y experiencia en la psicología femenina queda patente en estos personajes llenos de vida, sentimientos, debilidades, temores, dudas, los convierte en personas reales, hace de ellos mujeres como tú, como yo, como tu madre, tu hermana, tu esposa, tu vecina. Empatizar es sencillo si la pluma de Esther Llull está por medio, y es fácil porque la autora a su vez hace lo propio con sus lectoras y lectores, nos muestra lo que somos. 
En esta ocasión he sentido una conexión especial con Alejandra, personaje en principio caótico emocionalmente, necesita a los demás tanto como necesita a la vez estar sola, arraigada a sí misma está dispuesta a hacer lo que sea por amor pero el miedo a no haber vuelta atrás si se equivoca crea en ella una dicotomía afectiva y emocional que la hace navegar entre dos mares sensitivos. ¡Ole por la autora!, logra llegar al lector sumergiéndonos poco a poco en la psiqué de la protagonista y haciéndole partícipe hasta de sus pensamientos.
Sylvie ha de enfrentarse a una dura prueba cuando su vida debería ser al fin estable; es más madura, más segura, más equilibrada...o eso pensaba ella, pero se encuentra con una parte de si misma con la que no contaba. La duda.
Anne Marie, es fuerte, independiente, acaba de ser madre subiéndose al que ella piensa puede ser su último tren; no quiere perderse nada, quiere ser perfecta, justa, amante y esposa, mujer y madre, pero hay que saber priorizar sin dejar de ser quien se es. Tres historias, tres mujeres y un destino: La felicidad siendo quienes son. 

Una narrativa impecable, de la que sale de dentro hacia afuera, unos personajes reales, unas historias que rezuman intimidad y proyección, mujeres vistas por ellas mismas cuando han sido capaces de observarse desde fuera, con distancia; mujeres y sus relaciones con los hombres, con los hijos, con otras mujeres, para llegar a entenderse a sí mismas. 

Hay quien dirá que escribo con pasión desde la subjetividad que da el sentirse unida a la autora. Si, no me cabe duda que alguien lo dirá. Porque no me conoce y porque no conoce a Esther, la admiración y la amistad en mi caso es un motivo más para ser incisiva y exigente, pues no debe ni ha sido nunca una venda en los ojos el querer o respetar a una persona para decirle lo que quiere escuchar o lo que no le pueda dañar, pues en ese caso, flaco favor se le hace. El nepotismo en este tejado no tiene cabida. Aquí no hay sitio para autores a los cuales su familia y amigos les suben el Ego y niegan sus limitaciones...aquí no. Si me llegas al alma, tu nombre y procedencia me da igual. 
Y no puedo despedirme sin hacer mención a la portada, mi fijación por ellas es ya conocida, pero además en este caso y el resto de libros de Esther, me fascinan de tal manera que estoy seriamente pensando en convertirlas en cuadros y enmarcarlas para que formen parte de mi casa...no es broma.

Sonrisa de mujer que hambrea reluciente de Esther Llull, su novela más madura e íntima sin duda. Sencillamente, maravillosa. 




SONRISA DE MUJER QUE HAMBREA RELUCIENTE
Esther Llull

ISBN: 1523439947

ISBN-13: 978-152349942

©2016 Esther Llull


Para adquirir la novela, pinchad aquí




Imágenes:  ©Yolanda T. Villar

Una Reseña de Yolanda T. Villar


©TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS

miércoles, 11 de mayo de 2016

BEAGHMORE y el códice escondido de Soraya G. Cossío


"Magia envuelta en su Aura
la Madre de todas las madres
la Tierra de todas las tierras
así creció la armonía y la paz...
La Tierra Madre fruto divino
sabiduría espiritual en un paraíso terrenal,
el equilibrio perfecto entre los dos mundos
allí nació Madre Tierra...
En las noches más cerradas
se ven las estrellas más claras.
Los Elementales disfrutan a sus anchas
en la meditación eterna de la paz mundial.
El espíritu galopa entre sus sendas verdes,
los chamanes dan terapias solo con sonidos y sus manos,
es el agradecimiento al despertar de un nuevo día.
¡Bienvenidos a Madre Tierra!"

(Poemas a la Madre Tierra. TRNG)




Siempre me he sentido afortunada por haber tenido la oportunidad de pasar mi infancia en contacto con la naturaleza, tan cerca de ella que hasta los árboles y las ardillas eran unos compañeros más de juegos; vivir en un pequeño pueblo en el que no llegó el agua corriente hasta la adolescencia y poder ver la televisión dependía de la cantidad de gente que la enchufaba a la misma hora, pues si éramos muchos los que lo hacíamos, la intensidad de la potencia bajaba hasta dejar la pantalla a oscuras, y se oía un grito común salir de las casas vecinas ¡ooooooh, noooooo! Pero no pasaba nada, para los niños era algo que no nos preocupaba demasiado pues cuando eso sucedía no teníamos más que ir al corral o las cuadras y jugar con nuestros animales de granja, o salir a la puerta de casa y sin dar a penas dos pasos, ya estábamos en el campo o en las eras donde tractores, remolques, rulos, cosechadoras, trillos, se convertían en improvisadas naves espaciales, trenes y hasta fortalezas medievales. Un lujo sin duda alguna.
Solíamos ir a los campos de trigo y cebada a escuchar la voz de la mies, pues según mi abuelo, las espigas susurraban secretos al viento cuando este las rozaba; también eran muy parlanchines los girasoles, girando y girando para contar historias al sol y que este no se perdiera ni un detalle de la conversación, solo había que estar en silencio y oías perfectamente sus voces. Yo las oía sin duda alguna, claro que también decía oír las voces de los árboles, de las flores, de las piñas cuando caían del pino y se quejaban del golpe, y sobre todo, de las arañas. Eran mi debilidad, con sus patas largas, su caminar casi levitando subiendo por las paredes de tierra encalada de mi casa hasta desaparecer en el interior de los agujeros del muro; pasaba horas observándolas...pero mi fascinación por ellas alcanzaba la pasión absoluta cuando las encontraba tejiendo sus maravillosas telas en el campo, entre cardos o espinos, las miraba atentamente mientras tejían y contaba las vueltas de su tela: una, dos, tres, cuatro, cinco, seis...espirales mágicas las llamábamos mis primos y yo. 

Pero crecí, dejé de salir al campo en busca de las telas de araña y ya no me pasaba el tiempo mirándolas y siguiéndolas. Pero hay algo que hoy en día sigo haciendo: tela de araña que encuentro, cuento sus vueltas. Y pido un deseo al llegar al final.

Deseo que...


EL LIBRO.



Elba es una niña de 11 años que vive junto a sus padres en la pequeña aldea Irlandesa de Clonaslee, en el condado de Laois, junto a las montañas de Slieve Bloom. Sus padres se ganan la vida como artesanos vendiendo sus creaciones en el mercado de la aldea, y obteniendo todo lo necesario para vivir de lo que su huerto y el campo les ofrece. Elba crece feliz en un entorno natural de respeto y empatía hacia todo lo que le rodea, sean personas, animales o plantas, haciendo de ella una niña concienciada con el medio ambiente y los recursos naturales.
Un buen día, cuando se encontraba en su árbol favorito del bosque recibe una visita inesperada de un ser muy peculiar que la llevará a través de la propia naturaleza hasta el epicentro del cual surge la verdadera fuerza que mueve el mundo: la conexión entre la Tierra y el Hombre.
Elba vivirá una aventura sin parangón de la cual aprenderá la lección más importante de su vida: todos estamos conectados y no solo somos individuos, somos parte de algo más grande, el Universo.

"Si eres capaz de ver los patrones numéricos y energéticos que subyacen en tu mundo, entonces serás capaz de comprender que eres parte de los mismos y podrás comprobar que vibras de la misma manera, sintiendo por fin, la belleza, el amor y la perfección con la que están hechas todas las cosas del universo. Entonces habrás descubierto la magia de nuestro mundo.
Despierta y abre tu mente, las señales están por todas partes".


LA OPINIÓN DEL GATO.

Llevo toda mi existencia convencida que en esta vida no estamos solos. No me refiero a que haya vida en otros planetas, cosa que me trae sin cuidado pues prefiero concentrarme en lo que tenemos en el nuestro, pero que de haberla, tampoco me extrañaría demasiado; tampoco hablo de fantasmas, espíritus, espectros, entes, cosa que doy por hecho que también existen aunque no haya visto ninguno, así es mi fe, no solo creo en lo que veo, sino también en lo que siento. No creo que nuestro paso por la tierra sea tan efímero como una vida humana, al fin y al cabo somos energía y cuando el corazón deja de latir el cuerpo muere irremediablemente pero esa fuerza que nos movió en vida no se esfuma ni se pierde en la inmensidad de la nada. Ya sabéis la energía ni se crea ni se destruye, solo se transforma...
Me refiero por no estar solos, a ese "algo" que percibimos en nuestro interior y que no podemos ver pero que nos hace sentir parte de lo que nos rodea, esa sensación de plenitud que se obtiene cuando te has parado a observar alrededor de ti mismo, con calma, con paciencia, con objetividad, hasta con los ojos cerrados, pues muchas veces es la mejor forma de "ver" lo que no puedes tocar.
Algo así sentí al ver por primera vez el libro de Soraya G. Cossío, Beaghmore y el códice secreto; fue un flechazo absoluto, lo vi y lo deseé, todo en él me llamaba a cogerlo entre mis manos, a abrirlo, a tocar sus hojas, a leerlo. Fue una sensación extraña, mi interior me decía que había algo en él que necesitaba leer, conocer, descubrir, y sin pensarlo dos veces supe que era el libro que esperaba leer desde hace tiempo; me olvidé de todos los demás y solo tenía una idea en la mente: conseguirlo si o si. Cuando Círculo Rojo me dijo que era mío, tuve la certeza de que no había sido casualidad, ni suerte, ni azar, era una señal y la "causalidad", llegar al final del mismo. 
Soraya nos muestra a través de un cuento la grandeza del universo en el que vivimos y cómo el llegar a entender que somos parte de él, nos libera de la opresión de un camino preestablecido por la costumbre y la creencia de que el ser humano es el centro del universo, un ser superior a todo lo que le rodea y sin embargo incapaz de sentir el latir de la tierra y la fuerza que emana de ella; somos solo parte, no un todo. Siendo capaces de entender lo que nos sucede, comprender al fin que no solo somos raciocinio sino que poseemos una inteligencia emocional única y poderosa, que podemos conectar con cada partícula de nuestro mundo, será entonces cuando obtengamos la certeza que al fin nos hemos conocido de verdad. 



El libro es muy interesante, resulta ameno y bastante divertido en ocasiones, sin darte cuenta que te están dando una lección sin que sientas que en verdad lo están haciendo, y te pone continuamente en la tesitura de plantearte si lo que has hecho hasta ahora por ti y por lo que te rodea era lo que realmente querías o lo que te habían dicho que debías hacer; me ha gustado mucho, he descubierto cosas que desconocía y he recordado otras que había olvidado, ha sido como volver a las aulas sin sentirme obligada, sino disfrutando con cada cosa que aprendía. Solo he encontrado una pega en lo que se refiere al público que va dirigido principalmente, los niños; lo considero en ocasiones difícil de entender para un niño o joven que no haya sido educado en estos principios desde pequeño, el lenguaje y los conceptos resultan complicados para una mente joven que por primera vez se topa con estas ideas. La niña protagonista es muy joven para entender tan fácilmente los conocimientos que se le están transmitiendo, sus razonamientos son más de un adulto que de un preadolescente, pero como educadora infantil he de decir que con la ayuda y guía de un adulto se les puede explicar con ejemplos que ellos identifiquen, el sentido de lo que el libro nos cuenta. He hecho la prueba, he dado a leer a una niña de 12 años, acostumbrada a la lectura, el libro de Soraya G. Cossío y le ha resultado difícil por si sola entender muchas de las nociones y pensamientos del libro, pero una vez ejemplarizados entre ambas, le resultó más fácil. 
Yo lo recomendaría a jóvenes con algo más de edad, y por supuesto,  tanto para los adultos a los que estos temas nos encantan como para los neófitos en la materia, el libro sin duda alguna enseña y despierta conciencias. 

Estoy convencida que Beaghmore y el códice escondido solo es el primero de unos cuantos con los que nos siga enseñando y sorprendiendo Soraya G. Cossío.




BEAGHMORE Y EL CÓDICE ESCONDIDO
Soraya G. Cossío


ISBN: 978-84-9126-361-6

Blog  de la autora


Para adquirir el libro, pinchad Aquí

También lo podéis encontrar en: 

-Librería Tintas Campus C/ San Mamés - 40 - Bilbao.
-Librería Liber 2000 C/ Bernardo Castet - 14 - Portugalete.
-Librería Arkatza C/ Poeta Diez Gabiño - 2 - Portugalete.
-Librería Guantes C/ General Castaños -28 - Portugalete.
-Librería Jule C/ Abaro - 13 - Portugalete.

Imágenes reseña:  ©Yolanda T. Villar 



Una Reseña de Yolanda T. Villar
©TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS

jueves, 5 de mayo de 2016

TAROT, Camino de luces y sombras de Ritxard Agirre


"El salto hacia la página en blanco
es un salto a ciegas
en el cual quien escribe,
cuenta apenas con su fe
de que el precipicio
lo deje con vida
una vez que haya puesto 
el punto final
a lo que escribe.
La página en blanco
es una invitación a dar el salto,
sin que pueda saberse
lo que ocurrirá después,
quizá alguna señal,
el ladrido de un pequeño perro
nos advierta,
pero seguimos avanzando
y nos lanzamos gustosamente
hacia el abismo."
(Salto -El loco del Tarot-. Alejandro R.)



Cuando era pequeña mi madre trabajaba como modista bordadora para unos conocidos grandes almacenes, eran horas y horas de trabajo frente a una máquina de coser, tanto en almacén como en casa; teníamos unos vecinos en la puerta de al lado muy peculiares, él era un ex capitán del ejército, ya viudo, y ella era su hija, Concorde, nacida francesa pero criada entre Melilla, Ceuta y Marruecos donde su padre trabajó durante años. Ella era una mujer fascinante a mis ojos infantiles, una mujer de pelo rojo fuego intenso y largo, vestía con túnicas preciosas de vistosos colores y su habitación era un mundo mágico de luces, colores, sedas, imágenes de diosas para mi desconocidas y que yo creía eran princesas, y objetos y artilugios que jamás en mi vida había visto. 
A cambio de cuidarme algunas horas al día, mi madre le bordaba las túnicas con las imágenes y dibujos que ella le dibujaba, y luego, esos mismos bocetos acababan siendo protagonistas de extraños cuentos que me contaba a solas en su habitación. 
En un cofre guardaba infinidad de trastos que yo llamaba tesoros, y entre ellos había una baraja de cartas muy extrañas que en lugar de oros, bastos y sotas varias, mostraban imágenes de tipos curiosos y algo esperpénticos ¡Pero me fascinaban! no podía dejar de mirarlos una y otra vez, una y otra vez, no veía el momento en que Concorde pasara a casa a por mi, para que mi madre trabajara -y eso que el Capitán Picón me aterraba, y pasar por delante suya hacia la habitación de Concorde, me ponía muy nerviosa- y así poder ver aquellas extrañas cartas a las que mi niñera acompañaba con un cuento cada una.
Solo recuerdo tres de aquellas historias: la de Odín, la del Círculo impar y la del Caballero de las mil muertes.

Curiosamente, las cartas correspondientes a esas historias, se convirtieron en los tres arcanos de mi vida, siempre presentes en ella y para mi, y con el paso del tiempo, en mis favoritos...a pesar de una dura relación amor-odio entre nosotros cuatro...



 EL LIBRO.

Ritxard Agirre nos presenta un mapa mundi interno para ayudarnos a descubrirnos a nosotros mismos en un viaje íntimo por nuestra propia psiqué, viaje cargado de luces y sombras, las inherentes y las adquiridas, las que nos ayudan a avanzar y las que hemos de alumbrar para deshacernos de pesadas cargas. Un camino con veintidós paradas en las que la anterior nos servirá de impulso hacia la siguiente, sin detener nuestro caminar, para dejar atrás con cada paso un lastre y llevar un halo de luz en el próximo paso a dar, para ver bien el camino sin olvidar que la oscuridad siempre estará a nuestro alrededor para que sepamos apreciar la luz que ilumina nuestro Ser y nuestro Estar. Tarot, Camino de luces y sombras es más que un instrumento, es un vehículo que nos conducirá hasta el Ser más importante, superior y universal que existe, Nuestro Yo Interior. Porque somos caminantes en un Universo invisible a los ojos.




LA OPINIÓN DEL GATO.

Hace mucho que el Tarot me encontró. Creo que él vio en mi, en aquella niña solitaria y fantástica una loca que necesitaría a lo largo de su vida mucha ayuda para salir de las innumerables sombras en las que caería y en muchas de las cuales no contaría con más ayuda que la suya propia y la de las pocas personas entre las que debería distinguir las positivas de las tóxicas.
Por eso estoy convencida de que fue Él quien me encontró a mi y supo nada más verme, que le necesitaría a mi lado siempre. Ha sido mi Credo, mi Terapeuta, mi Evasión, mi Implicación y una de mis grandes Pasiones, y cuarenta años después, todos y cada uno de los que han ido conformando mi propio cofre, mis Tesoros...

Es ese respeto, admiración, amor y agradecimiento tan grande el que siento hacia el Tarot, el que en un principio activó mi recelo y reticencia a adentrarme en el camino de luces y sombras de Ritxard Agirre, dado mi mala experiencia con sus dos obras anteriores, las cuales no solo me decepcionaron si no que me lograron enfadar por ver como un autor con un interior tan pleno y luminoso -eso sentí la primera vez que contactamos- nos mostraba un erotismo burdo, oscuro y mediocre. Pero mi pasión por el Tarot pudo más, y la curiosidad no digamos, pues fue esta la que finalmente me hizo sentarme y comenzar a andar por el arquetípico camino que Agirre nos revela en esta su nueva obra.
He caminado pausada a pesar de conocer las coordenadas, disfrutando del camino, relajada, sonriendo con el punto de vista en ciertos momentos del autor, a veces divertido, otras disparatado, pero siempre certero y directo, y sobre todo, honrado, respetuoso y agradecido a tan Gran Saber; han sido muchas las cosas en las que hemos coincidido, es más, no lo considero nada ácrata, o más bien poco, puede ser porque yo tan solo soy purista con la paella, lo demás, es carne de innovación, modernidad y de echarle un buen revolcón a los preceptos y dogmas y dejarlos ojipláticos, boquiabiertos y hasta con las patas vueltas. 
Uno de los capítulos que más me han gustado, porque estoy más que convencida de que lo cortés no quita lo valiente, es el dedicado al Cristo del Amor, en la Catedral de Santiago de Bilbao; y digo esto porque soy una absoluta enamorada de estos maravillosos monumentos de la humanidad, las Catedrales, y junto a ellas y sin desmerecer, Basílicas, Ermitas e Iglesias añejas. Ya no solamente como estudiante de Arte que fui, sino como centros de inspiración, meditación, relajación, puntos de conexión entre mi Ego y mi Espíritu (mención a parte los "jefes" y la parafernalia que llevan implícita, con los cuales ni "comulgo" ni entro en debate, ellos por su lado, yo por el mío) y me gusta visitar, mezclarme, sentir y hablar conmigo misma y con mi Yo más olvidado cuando estoy en ellas.
Por eso mismo quiero recomendar a autor y lectores, visitar la Iglesia de Santa María en Alarcón, Cuenca, cuyo Retablo en el Altar Mayor, es un despliegue de arcanos "sacrilizados" del Tarot. Impresionante y para conocedores del tema, Alucinante.
Lo que menos me ha gustado...aunque sabida es la pasión por el ciclismo del autor, los símiles ciclistas utilizados para explicarnos cómo los arcanos influyen  en la vida real, en un par de ocasiones resultan forzados, poco que ver con lo que se quiere dar a entender, no termina de empatizar con algunos lectores; pero bueno, eso es fácil de subsanar, cada cual no tiene más que reflexionar sobre el arcano presentado y llevarlo a su terreno -en mi caso libros o teatro- y el "ejemplo real" viene dado por si solo. Cada individuo es una Pasión.
Sabios, profetas, mesías, iluminados varios, todos tienen algo en común cuando se trata del Tarot y del conocimiento que encierran -y extrapolamos a nuestra Fe propia- es un valioso vehículo para recorrer el camino que se esconde en el Interior de cada uno de nosotros. Un viaje sin fin porque el Ser Humano es eterno en su propia carnalidad. 

Ritxard Agirre en Tarot, camino de luces y sombras, ha ejercido de perfecto Cicerone y desde su peculiar y esotérica agencia de viajes nos ha llevado con un mapa abierto y sin más fronteras que las que cada cual se marca con sus prejuicios y falsas creencias, a un Viaje al Centro de la Verdad Primigenia, el del Ser Humano antes de los extremismos divinos y las religiones dictatoriales. El del Ser Humano Puro y Original. 



  
(©Yolanda T. Villar)




TAROT, Camino de luces y sombras
Ritxard Agirre

Prólogos: Georgina Jacobs y Ricardo J. Palmeiro

ISBN: 978-84-944594-1-2

Editorial Mundo Palabras

Para adquirir el Ensayo, pinchad Aquí



Una Reseña de Yolanda T. Villar
Fotos: ©Yolanda T. Villar

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NOVEDADES MAYO DE LA EDITORIAL CÍRCULO ROJO


¡Y ya tenemos las novedades de la Editorial Círculo Rojo del mes de Mayo! Un mes más, una lista cargada de novedades, sorpresas y mucha mucha lectura ¿A qué esperas para  hacer tu pedido? 

Desde el Gato Trotero, recuerda: Ojos que no leen, corazón que no siente.