miércoles, 14 de septiembre de 2016

ENTREVISTA CON... Luisa Fernanda Barón Cuello






GATO TROTERO: Bienvenida de nuevo a nuestro Tejado Luisa. Nos enorgullecimos al ser uno de los blogs elegidos para leer y reseñar su Ópera Prima en papel, Las Hijas de Selene, y repetimos suerte con su segunda novela, Lo vi en sus ojos, que en breve podremos disfrutar en papel ¿Qué ha cambiado desde esa primera publicación a esta última? ¿Cómo ha evolucionado Luisa entre una y otra?
LUISA FERNANDA: Gracias por volver a contactar conmigo, siempre es un placer y un honor compartir con vosotros este espacio.
Tal vez, el cambio que hay entre una y otra sea mínimo, aunque ha pasado más de un año de una publicación a otra, la madurez en la escritura no es algo que se adquiere con rapidez. Creo en un proceso lento, pero seguro, algo así como la fermentación del vino. Todo requiere su tiempo, no se puede acelerar nada que no salga desde el interior y desde el aprendizaje.
A mí me pasa lo mismo que a mis novelas: no he experimentado una gran evolución. Entre una creación y otra me he afianzado en la idea de disfrutar de cada momento, que lo importante no es la meta sino cada paso del camino. Las experiencias vividas me han ayudado a ser más reflexiva, sobre todo antes de tomar una decisión.

GT: Toda novela lleva un duro trabajo tras de sí, y creo que los lectores no somos conscientes de esa ardua tarea, pues con el proceso de documentación, creación, escritura, corrección, no termina el trabajo de un escritor ¿Es más duro el crear y escribir una novela, o el lograr verla publicada?
GT: Como siempre no es bueno generalizar, cada autor vive su experiencia desde su punto de vista particular, a unos les puede resultar más fácil un proceso u otro, los factores de los que depende son muy variados.
Lo que tengo claro es que a los autores noveles o poco conocidos, les resulta más difícil publicar su novela con una editorial. No solo es por cuestión económica. Muchos de los escritores que están empezando desconocen la implicación que debes tener con la editorial para la promoción, la mayoría sea por los motivos que sean, no están dispuestos a hacerlo.
Una novela no es solo escribirla, corregirla y conseguir que te la publiquen; es venderla y quien mejor que su creador para ello. Las editoriales exigen trabajar codo con codo para que llegue a más lectores. La suerte que tenemos hoy en día, es que contamos con las redes sociales; sabiendo manejarlas un poco puedes conseguir ser más visible y llegar a gente que de otra manera hubiera sido imposible.

GT: Ya tenemos escrita nuestra novela, hemos logrado publicarla y ahora nos enfrentamos a su comercialización ¿Se siente recompensada por el público? ¿Cree qué es proporcional ese esfuerzo con la respuesta de los lectores? ¿Qué es más difícil, atraer lectores o mantenerlos?
LF: Por suerte soy consciente de que mi estilo no puede gustar a todo el mundo, eso me hace vivir con los pies en la tierra y cada comentario positivo o constructivo es una recompensa. Sí, puedo decir que me siento  bastante recompensada.
Sí consideramos como respuesta el aspecto económico, no, muy pocas veces es proporcional. Hoy en día muy pocos escritores pueden vivir de la literatura, por eso, el autor que sigue creando historias es porque es vocacional, y muchos valoramos la respuesta desde otro aspecto que no sea el monetario.
Sin dudar, lo más difícil es mantenerlos. Antes de ser escritora soy lectora y he visto autores que han patinado en sus obras simplemente porque han cambiado de estilo o género.

GT:Uno de los grandes problemas con los que se encuentra un escritor, es el poder publicar ¿Cree que faltan editoriales en nuestro país o lo que faltan son editores que arriesguen y apuesten por los nuevos autores?
LF: No sé si hacen falta más editoriales, nunca me he parado a buscar la proporción que hay entre escritores y editoriales, con esto no quiero decir que sobren escritores. Aunque siempre va bien que se creen nuevas editoriales con ideas frescas o innovadoras.
Tengo en cuenta que estamos en tiempos difíciles y el mundo empresarial, en general, busca siempre beneficios, las pérdidas pueden llegar a suponer la quiebra. Si esto lo traspasamos al mundo editorial, encontraremos el por qué a tanta negativa para apostar por nuevos autores. Entiendo que es un riesgo grande, por eso les cuesta tanto dar primeras oportunidades.
Como escritora a veces no he podido llegar a entender un no, como persona y con la empatía por medio, puedo comprender su postura.

  
GT: Escritores-editores-librerías-lectores, son solo unos cuantos ingredientes, pero ¿Qué más haría falta, Luisa, para conseguir una buena receta literaria? ¿Más apoyo gubernamental, o tal vez asociaciones de escritores y lectores?
LF: Ten por seguro que si supiera la receta mágica para una buena receta literaria la pondría en práctica o lucharía por ella. No sé cuál es. Lo que sí  tengo claro es que debe existir y hay que pelear siempre por la cultura; es un bien que aporta mucho al ser humano. La semilla debe sembrarse en el entorno familiar, aunque ello no signifique que dé los frutos ansiados. Pero tengo claro que si no les das a conocer a los niños el mundo de los libros, menos posibilidades tienen luego de subirse a ese tren.
No obstante, no estaría de más que los gobiernos apostaran más por la cultura. Aunque, cuando un país tiene otras carencias de primera necesidad la cultura por desgracia queda relegada. Esto mismo es aplicable a los lectores o a la gente: cuando tienes tus necesidades básicas cubiertas es cuando puedes disfrutar de lo demás; mientras no sé solucione esa cuestión la literatura quedará como un lujo inalcanzable.

GT: Lo vi en sus ojos. Su segunda novela, y es una gran novela, como lectora empedernida me considero lo suficientemente apta para afirmar algo así, tiene todos los ingredientes para arrasar en el mercado: misterio, amor, romance, sexo, historia, arte, asesinatos. Yo me pregunto ¿Los editores están ciegos? ¿Los lectores no arriesgan, en qué están pensando? Los norteamericanos no dudarían en llevarlo al cine en un plis plas si fuera una novela mundialmente conocida ¿Es que en España nos movemos por nombres, por fama, por antecedentes comerciales? ¿Se cumple entonces la premisa de que quién no tiene padrino no se bautiza?
LF: Que le lleva a un lector elegir un libro u otro, o un escritor determinado, es todo un misterio. Lo que tengo claro es que las campañas de marketing funcionan independientemente de si la obra es buena o no.

GT: Imaginemos que yo soy una escritora que pretendo publicar mi novela en una editorial que usted dirige, o mejor aún, que es suya propia ¿Qué me exigiría a mí y a mi obra para publicar con su firma?
LF: Al manuscrito, un mínimo de originalidad y estilo propio; todo lo demás se puede pulir. Es muy triste querer ser el clon de un escritor/a de renombre. Y al escritor compromiso a la hora de publicitarlo, creo que es tan importante como cualquier otro proceso de escritura. Los escritores tienen que luchar junto con la editorial por su obra.

GT: Las Ferias del Libro. Dicen los libreros que suben las ventas durante las mismas, además es una gran oportunidad para hacer conectar a escritores con su público, y no hay más que ver la afluencia en cada una de ellas para darse cuenta que lectores potenciales hay y muchos. Si es una fórmula que funciona ¿Por qué no hacerlas más a menudo? o aplicar dicha receta a las librerías tradicionales innovando su “marketing”, al igual que en otros países y crear “ciudades literarias” dentro de las propias ciudades ¿Cómo lo ve usted Luisa?
LF: Está claro que cuando una fórmula funciona hay que apostar por ello; pero requiere un esfuerzo por parte de las editoriales, organizaciones y empresarios, que a lo mejor no estarían dispuestos a realizar. También habría que pedir un esfuerzo, sobre todo económico, por parte del gobierno.

GT: Las ferias anteriormente nombradas, Concursos, Certámenes, autoedición, caminos distintos para llevarnos al mismo lugar: mostrar nuestro trabajo ¿Qué pros y qué contras ve usted Luisa en todos ellos? ¿Faltan más recursos o sería cuestión de depurar y hacer más transparentes con los que contamos?
LF: La meta final de un manuscrito es que llegue al lector. Cada escritor escoge o prueba distintos caminos para conseguirlo. Todos son válidos y como bien decís cada uno tiene sus pros y contras, sería muy extenso hablar de ello, además de ser una visión subjetiva. Al final depende de cada autor el que se decante por uno o por otro ya que con cada uno, se consigue distintas cosas: darte a conocer, fama, dinero, engrosar currículo o ganar experiencia. Lo importante es saber cuándo se entra en esta fase que quiere conseguir, cuál es el objetivo final, y con esa premisa, luchar por ello.

GT: ¿Qué le gustaría conseguir como escritora? ¿Y cómo lectora? Planes inmediatos y un sueño que alcanzar.
LF: Mis planes inmediatos pasan por promocionar mi novela “Lo vi en sus ojos” junto con mi editorial, disfrutar de las presentaciones y de los encuentros con los lectores; y el resto del tiempo libre continuar escribiendo en la siguiente novela y leer.
Como lectora me gustaría encontrar historias impredecibles, que te hagan sentir y sobre todo, como he dicho antes que no sean clones. Como amante de los libros animo a todos a dejar un poco la telebasura y a culturizarse.
Un bonito sueño es poder llegar a más lectores y conseguir sorprenderlos con mis historias.


GT: Para despedirnos. Si mirase fijamente al panorama literario actual ¿Qué vería en sus ojos?
LS:Un mundo que lucha por mantenerse a flote, a pesar de la crisis económica que azota a nuestro a país, que intenta adaptarse a los nuevos tiempos y las nuevas tecnologías, pero con el miedo de perder la esencia de los libros de papel.

Muchas gracias por su tiempo y su amabilidad para este Gato. Hasta pronto.




Una entrevista de Yolanda T. Villar
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2 comentarios:

  1. Enhorabuena a las dos, habéis conseguido una entrevista muy profesional y a la vez muy intima ¡Bravo guapas!

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    1. Gracias Jose! Ambas disfrutamos con nuestro trabajo y nuestra pasión.
      Un abrazo.

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