miércoles, 25 de noviembre de 2015

EL GATO NEGRO de Francisco Ojeda



-No sonriáis. Yo os juro que he visto, como os estoy viendo a vosotros, si no una salamandra, una larva o ampusa.

Os contaré el caso en pocas palabras.

"Yo nací en un país donde, como en casi toda América, se practicaba la hechicería y los brujos se comunicaban con lo invisible. Lo misterioso autóctono no desapareció con la llegada de los conquistadores. Antes bien, en la colonia aumentó, con el catolicismo, el uso de evocar fuerzas extrañas, el demonismo, el mal de ojo. En la ciudad en que pasé mis primeros años se hablaba, lo recuerdo bien, como de cosa usual, de apariciones diabólicas, de fantasmas y de duendes. En una familia pobre que habitaba en la vecindad de mi casa, ocurrió, por ejemplo, que el espectro de un coronel peninsular se apareció a un joven y le reveló un tesoro enterrado en el patio. El joven murió de la visita extraordinaria, pero la familia quedó rica, como lo son hoy mismo los descendientes. Aparecióse un obispo a otro obispo, para indicarle un lugar en que se encontraba un  documento perdido en los archivos de la catedral. El diablo se llevó a una mujer por una ventana, en cierta casa que tengo bien presente. Mi abuela me aseguró la existencia nocturna y pavorosa de un fraile sin cabeza y de una mano peluda y enorme que se aparecía sola, como una infernal araña. 
Todo eso lo aprendí de oídas, de niño. Pero lo que yo vi, lo que yo palpé, fue a los quince años: lo que vi y palpé del mundo de las sombras y de los arcanos tenebrosos..."

(Fragmento de "La larva" de Rubén Darío)




¡Vosotros los que leéis que aún estáis entre los vivos! suerte tenéis de no ser escritores de terror y fantasía sobrenatural, pues sabido es por todos que estos han de abandonar cada día el mundo terrenal para adentrarse entre los muertos y extraer de entre sus huesos la impronta de una vida pasada, historias ignotas que se escapan a nuestro entendimiento y razón, relatos sobrenaturales que avivan nuestro miedo natural por lo desconocido; no es fácil adentrarse en el mundo de los muertos y salir ileso, impune, sobrevivir a la experiencia y sobrevivirse a sí mismo a sabiendas de que mañana, de nuevo, tendrá el escritor que volver a tan impredecible mundo y quién sabe, si mañana será el día en el que no vuelva con los vivos.
¡Lector, lector, lector! no te preguntarás cuando el relato tengas entre manos si lo que nos cuenta es realidad o ficción, no sabrás discernir si está escrito de puño y letra de un vivo o este habla en nombre de una fuerza oscura y poderosa que desde el Más Allá dicta su historia y ¿Te has preguntado siquiera alguna vez si ese que escribe, no regresó solo y ya no es más que un mero intermediario entre ambos mundos?

Escritor de terror y fantasía sobrenatural ¿Sobreviviste o nos hablas desde el otro lado?...


EL LIBRO.

"El Gato Negro" de Francisco Ojeda, son doce relatos sobrenaturales que nos cuenta lo que pasa cuando la delgada línea entre el mundo de los vivos y de los muertos se cruza. Un gato negro llamado Mefisto y un profesor de filosofía forman una pareja la mar de singular que tienen unidos sus destinos el uno al otro. Un aquelarre de brujas, una de ellas novata que va a ser iniciada, otra, una maestra de las pócimas y brebajes ponzoñosos, una bruja anciana con tanta sabiduría como arrugas y una bruja enamorada de un mortal. Extraños artistas que se reúnen alrededor de un maestro con un espeluznante objetivo: crear una siniestra clínica. 
Vasijas malditas que causan la muerte de una familia entera, esqueletos que reclaman justicia, duendes, cementerios, pantanos, susurros, gritos, miedo, mucho miedo.
Con el "Gato Negro" y el resto de relatos, Ojeda nos lleva de la mano a cruzar la delgada línea entre el mundo terrenal y el mundo espectral. Que vuelvan todos los que la cruzan y que vuelvan sin compañía alguna.

LA OPINIÓN DEL GATO.

He contado muchas veces mi fascinación por los relatos de terror e historias sobrenaturales, sobre todo las de los autores románticos del XIX. Pero cuando tengo la gran suerte de encontrar buenos relatos actuales con inspiración decimonónica, mi fascinación crece en progresión geométrica; y es que no es fácil escribir hoy en día relatos de este tipo estando inmersos en esta locura de avances y tecnología que es el siglo XXI.
Las historias sobrenaturales, al igual que la sociedad, han avanzado, se han transformado en relatos mucho más terroríficos, más si cabe cuando estos son llevados al cine, en los cuales los efectos especiales y el 3D nos hacen sentir no solo el miedo, si no ser parte del mismo miedo.
Hoy en día, dos siglos después de aquellas historias de terror de los grandes escritores del XIX, el ser humano conoce otras caras del miedo que por entonces incluso escapaba de la imaginación de los literatos: amenazas nucleares, fantasmas de otros planetas, entes salidos de pantallas de televisión u ordenadores, películas que al verlas acabas muerto...nuevas formas a través de las cuales sentir miedo, pero con algo en común con las historias de antaño, de toda la vida, de siempre: miedo a lo desconocido, a lo incontrolable, a lo impredecible.
Por eso me parece fascinante cuando a pesar de todo eso, hay escritores que siguen creyendo en las historias que se han transmitido de padres a hijos, de generación en generación, esas historias que forman parte del inconsciente colectivo y que nos ponen los pelos de punta con "sencillos" fantasmas y ruidos de ultratumba, sin que medien entre su mundo y el nuestro, terribles asesinos trastornados, matanzas sangrientas o máquinas enloquecidas; solo el ser humano y su miedo natural a lo desconocido.
Me ha encantado el libro, "El Gato Negro" vuelve a los orígenes del miedo y nos recuerda que si los propios humanos son para si mismos el arma más terrorífica y mortífera que existe, el "más allá" nos conecta con esa parte oscura y desconocida de las personas: el mundo de los muertos.
He disfrutado muchísimo, y aunque hay algunos relatos más flojos que otros (pocos, la verdad) me cuesta elegir uno como mi favorito, pero me voy a arriesgar con dos: "El Gato Negro", indudablemente por mi atracción y embeleso hacia este animal, y porque no hay historia sobrenatural que se precie si uno de esos maravillosos animales no aparece en ella.
"La Bruja", y no solo porque una de las protagonistas se llama Yolanda (anda que bien) es una bruja y la historia se desarrolla en Cuenca (esto si que es bueno, aunque sea la Cuenca de Ecuador), tampoco es porque con estos datos bien podría tratarse de un Biopic de mi vida (yolanda, bruja, Cuenca...oh yeah), pero si que lo es porque es una historia que nos recuerda que el Karma es implacable, y que todo lo que hagamos a los demás, nos será devuelto con creces en nuestra propia carne, o verrugas.

Leed el libro, es una lectura amena y sencilla, y seguro que hay una historia entre estas doce, que os haga estremecer más que el resto. 
Enhorabuena a Francisco Ojeda por esta su segunda novela y por llevarnos con ella a otro aspecto de la condición humana: el miedo.




EL GATO NEGRO
Francisco Ojeda Fuentes

ISBN: 978-84-9115-249-1


Para adquirir el libro, pinchad aquí




Una Reseña de Yolanda T. Villar

©TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS

miércoles, 18 de noviembre de 2015

TRATADO SOBRE LAS MUJERES-GLOBO del Profesor Buenaventura Otero Calvo ( Fernando Figueroa)



Si un globo se escapa
y desaparece
para recibirlo
hasta el cielo crece.

Se eleva deprisa
y ríe contento;
la luna lo adorna
con rulos de viento.

Lo escoltan palomas
nubes y cometas
que le arman collares
con hojitas secas.

El sol lo acaricia
la noche lo espera
y con los luceros
le hace una escalera.

Un globo no explota...
Nadie lo atropella...
Los globos que escapan
se vuelven estrellas.

(Si un globo se escapa, de Edith Mabel Ruso)



El Ser Humano es increíble y no, esta frase aunque lo parezca no es parte de una avispada campaña de publicidad. El propio cuerpo humano es una máquina perfecta dirigida por un complejo ordenador llamado cerebro, cuyo hardware es una auténtica obra de ingeniería de la naturaleza; pero más prodigioso aún es el software, esa parte no visible pero que permite gestionar con eficiencia los recursos de tan maravilloso y complejo órgano, y sobre todo, resolver nuestras necesidades tanto como seres individuales como seres sociales.
Y si hay algo dentro de ese software que me fascina es aquel término que Pierre Nora acuñó como "lieux de mémoire", aunque tan solo matizó la teoría de la "memoria colectiva" de Maurice Halbwachs, esos recuerdos y memorias que atesora la sociedad y comparte generación tras generación.
El cuerpo humano es el "lugar" perfecto para retener y propagar esa memoria compartida, el "inconsciente colectivo" es el instrumento más eficaz para crear lazos indestructibles con el resto de seres humanos, sea cual sea su tiempo y lugar...


EL LIBRO.

Cautivado por el fenómeno de las mujeres-globo que asombró particularmente a la sociedad del siglo XIX, el profesor zaragozano Buenaventura Otelo Calvo fue un paso más allá para analizar, comprender y transmitir este conocimiento, escribiendo un estudiado tratado sobre las mismas.
Mito o Realidad, lo cierto es que hoy en día, la Ciencia sigue sin encontrar una respuesta certera a tal misterio, ni puede asegurar su existencia ni negarla; contando con que fueron reales, el tratado se adentra en el fascinante mundo de estos seres: su anatomía, su alimentación, sus enfermedades, sus costumbres, su localización y su clasificación por especímenes. La vida moderna, la contaminación atmosférica, el cambio climático, el abuso del ser humano de los recursos naturales, todo ello ha contribuido a que el planeta enferme gravemente y parte de los seres vivos que lo habitaban en tiempos ancestrales se hayan convertido en extintos ¿Serán las mujeres-globo parte de esa  interfecta naturaleza? ¿Siguen entre nosotros pero corriendo grave peligro? Partimos de la base que esas deliciosas y pacíficas  criaturas siguen aquí entre nosotros, en silencio, volando libres entre las nubes, el arcoíris, aligerando nuestro peso de pesadillas y fatigas y vigilando nuestros más dulces sueños.
Contamos que estén entre nosotros, libres, risueñas, aportando magia y esperanza a un ser humano cada vez más deshumanizado.


LA OPINIÓN DEL GATO.


Es curioso como no habiendo antes escuchado nada sobre estos seres -o al menos eso pensaba yo, que no sabía nada de ellas- ahora estos pequeños globitos me rodean por todas partes; bueno, no ellas exactamente, pero si la impronta que han dejado en nuestra sociedad. Me explico.
Leía "Tratado sobre las mujeres-globo" un día en una consulta médica, la verdad es que no tenía planeado leerlo entonces, pues tenía otro libro a medias, pero el tamaño del propio libro y contando con la posibilidad de que sería una lectura amena y rápida me hizo esa mañana echarlo dentro de mi bolso. Y comencé a leerlo en lo que se adivinaba una larga espera.
La verdad es que apenas llevaba unas páginas leídas cuando ya me encontraba enfrascada en la lectura, me estaba resultando tan apasionante como reveladora, disfrutaba como una niña a la que le están contando una historia que le aseguran que pasó hace muchos muchos muchos años, y que la curiosidad y el asombro se apoderan de ella en cada frase; fue en ese momento cuando dos niñas frente a mi, hasta ese momento ni me había dado cuenta de su presencia, vienen directas hasta mi sitio y observando el libro sentadas en el suelo  dice la más mayor: ¡Mira Estef! ¡Las mariposas gorditas!. Y mirándome muy fijamente me dice: ¿Son tuyas, las conoces, que nombre tiene esta de colores? No me dio tiempo a contestar cuando la pequeña, levantándose del suelo y sentándose a mi lado añade: por las noches, si les pones agua y te metes en la cama, cantan para que te duermas.
No salía de mi asombro. 
Días después de aquello, cuando ya había leído el libro y lo esta "digiriendo" (algo que hago siempre al acabar una lectura y antes de ponerme a reseñarlo o leer uno nuevo) veía un programa en un canal autonómico que no era de mi Comunidad, nunca antes lo había visto pero en aquel momento me llamó la atención y decidí verlo un rato más; dos ancianos hablaban de la dureza de los años de postguerra, y uno de ellos recordó emocionado como sus hermanas mayores hacían muñecas con retales viejos. Las muñecas en cuestión no tenían piernas, en su lugar cosían una especie de saquito abombado y luego les hacían el cuerpo y la cabeza con bolas de tela, los brazos y el pelo, de esparto; relataba como recordaba ver a sus hermanas haciendo volar a las muñecas mientras cantaban una cancioncilla sobre unas hadas que reían y silbaban.

De nuevo mi asombro fue mayúsculo.

La memoria colectiva, el inconsciente colectivo, llamémosle como queramos, pero ahí está, aquí está con nosotros y sea verdad o mentira, la historia de esas "maripositas" "hadas que ríen y silban" y tantos otros nombres más, está presente en personas de edades y lugares muy diferentes. Realmente maravilloso.

Lo cierto es que he disfrutado como una niña leyendo el "Tratado sobre las mujeres-globo" de Fernando Figueroa, ya lo hice con "Mujeres-globo, mito o realidad" y si entonces las apasionantes historias me asombraron hasta límites insospechados, ahora, además, he descubierto un sinfín de conocimientos que no quiero ni puedo plantearme sin son verídicos o no, pues el disfrute ha sido tanto que solo quiero quedarme con esta sensación de plenitud y asombro.
Me encanta como el libro tiene ese carácter decimonónico de las impresiones de entonces: la portada, los dibujos, cada uno de sus capítulos, las letras, las palabras, la narración. Tener el libro entre tus manos y leerlo con calma pero con fruición (de otra manera es imposible, el libro mismo marca no solo el tiempo si no también la forma de leerlo, es como si tuviera vida propia) es un goce absoluto, como volver al siglo XIX y vestir miriñaque y polisón; para una apasionada de la literatura de entonces, el libro de Fernando Figueroa-Buenaventura Otero Calvo, es un auténtico deleite.

¿Memoria colectiva? solo puedo decir que creas en ellas o no, al igual que las meigas, las "pompinées" haberlas, haylas...









!Como son los globitos
son las mujeres,
que se llenan de viento
cuando ellas quieren!








TRATADO SOBRE LAS MUJERES-GLOBO
 Profesor Buenaventura Otero Calvo-Fernando Figueroa Saavedra

Imprime Gracel Asociados, sll

ISBN: 978-84-606-6030-9

Facebook profesional

Facebook del libro

El libro en Kindle pinchad aquí

Adquirir el libro en papel Aquí,



Una Reseña de Yolanda T. Villar


©TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS



miércoles, 11 de noviembre de 2015

NO LO SABES TODO de Aurea-Vicenta González


"Tan honesta parece y tan hermosa
mi casta Beatriz cuando saluda,
que la lengua temblando queda muda
y la vista mirarla a penas osa.
Ella se va benigna y humillosa
y oyéndose loar, rostro no muda
y quien la mira enajenado duda
si es visión o mujer maravillosa.
Muéstrase tan amable a quien la mira
que al alma infunde una dulzura nueva
que solo aquel que la sintió la sabe."

(Saludo a Beatriz. Vida Nueva. Dante Alighieri)



Si hay algo que me gusta de las historias breves, de una novela corta, es la precisión narrativa del autor al contarnos los hechos; hay novelas, historias, que se pierden en un mar de rodeos y un sinfín de páginas que nada aportan a la propia historia y mucho aburren a los lectores. Para escribir una novela larga hay que ser un gran maestro contador de historias para contar al lector lo que precisa contar sin caer en la redundancia o el erre que erre narrativo, alargando los capítulos con insustanciales datos o descripciones que nada traen a cuenta; no por escribir una novela de 1000 páginas se es mejor escritor, si setecientas de esas páginas son irrelevantes para la historia narrada y sobre todo, para aportar notas o poner en antecedentes al lector.
Cuando una novela larga incita al lector a saltarse párrafos enteros o incluso páginas, mala señal es esa. 
Claro que igualmente importante es el dominar el relato o la novela corta. Contar una historia sin caer en la tentación ni en la necesidad de alargarla más de lo necesario, solo por no saber compilar información y transmitirla al lector, es también obra de un gran escritor. Y escribirla no dejando la historia incompleta y al público insatisfecho y algo perdido, también necesita de un experto manejo de la narración.

Lo he dicho mil veces. La cuestión no es lo que se cuenta, sino como se cuenta.

No lo sabes todo. Y doy fe de ello, pues si crees que una nueva novela de Aurea-Vicenta González es más de lo mismo, no tienes ni idea de lo que dices...


EL LIBRO.

Beatriz Ruso vio como su vida cambió de la noche al día cuando recibió anonimamente un valioso tesoro; no solo cambió su existencia y truncó la tranquilidad de su vida en un vaivén de emociones, peligro e incertidumbre, con el paso del tiempo, aquella fatídica "casualidad", le trajo lo que más ama en el mundo, su marido Matías Ende.
Pero una valiosísima joya que está en su poder, volverá a ponerla en el ojo del huracán y todo lo que creía saber no será más que un segundo en el reloj de la Vida; una joya fabulosa, tres mujeres en la Historia unidas por un nombre y una fastuosa perla, siglos de misterio alrededor de ella y sus poseedoras y una carga tan pesada que solo la generosidad y el amor serán capaces de mitigar.
Misterio, leyenda, Historia y aventura en esta novela en la que por mucho que creas saber, en realidad, no sabes nada o bien poco.


LA OPINIÓN DEL GATO.

"No lo sabes todo" de Aurea-Vicenta González, es la continuación de "Pasión por los enigmas", que si bien se pueden leer perfectamente por separado, para los que hemos leído y disfrutado la novela anterior, esta llega como agua de mayo a nosotros; en mi caso concreto es que me quedé con ganas de más, tanto me gustó la historia que me negaba a conformarme con el "fin" de la misma. No, no, la historia era muy buena y había que saber más, indagar y bucear en los antecedentes de los personajes y aceptamos joya como un personaje más, claro que sí. Si a mi pasión por la Historia le unimos mi más absoluta fascinación por el misterio, no puedes escribir una novela sobre ambos y dejarme con la sensación de que de esa historia, pueden surgir otras historias más; y como si me hubiera leído el pensamiento, Aurea-Vicenta va y me da dos tazas de caldo. 
Y no me ha defraudado en absoluto.
La nueva entrega es si cabe más precisa y directa que la anterior; su estilo narrativo, tan austero, tan elegante, tan inglés -y es que nadie como los grandes autores ingleses para contarnos una historia y no perder la compostura ante la misma- tan apasionante, y es que quien se entrega a la historia tanto como al lenguaje que se utiliza en ella, no solo es una gran escritora es que además es una amante de la lectura.
Si existiera un protocolo para escribir novela de misterio, Aurea lo cumpliría magistralmente; los que amamos la novela clásica de misterio agradecemos a la autora que nos haga sentir, como lo hacíamos en aquella juventud que ya parece tan lejana y en la cual Agata Christie y un rincón alejado del mundo nos servía en bandeja una experiencia que hasta entonces nos era ajena: la aventura de leer una historia impecable y atrayente a la vez.

No tengo reparo en decirlo, y lo digo por que así me siento con sus libros, así me hacen sentir sus historias: Aurea-Vicenta González, Señora de las Buenas Letras.
Gracias por hacerme sentir siempre como la fascinada alumna ante su querida maestra.



"Sobre el cándido velo, orla de oliva
Dama me apareció, tras verde manto,
vestida de color de llama viva."




 NO LO SABES TODO 
Aurea-Vicenta González

ISBN: 978-84-15799-66-5


Facebook  de la Autora

Para adquirir la novela, pinchad aquí

La novela en ebook, aquí



Una Reseña de Yolanda T. Villar

©TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS











martes, 10 de noviembre de 2015

CLASES MAGISTRALES de Aurea-Vicenta González




"Profesor viejo, hundido en el clamor
y una vida ya entregada por vocación;
llagas del verbo entregado y un dolor,
algún recuerdo de lo que fue la misión..

El profesor de setenta aquel gigante,
pausado es su caminar, herida su piel,
clamor y quejido del instante
el cuerpo ya cansado no le es fiel.

Antes que te vayas, profesor forjador,
y el yunque hayas dejado con dolor,
y te conviertas en paria del olvido,
recuerda los destellos del aula y su clamor,
antes que la fría loza te llame, lugar temido.
Sólo el alumno deja en ti triste dolor
cuando te alejas del aula entristecido.

Profesor viejo, hoy te plasmo aunque te hiera
el recuerdo de alegrías que se fueron,
deseo plasmar el sentir a mi manera
para expresar tus verbos que en mi florecieron."

(Al viejo profesor de Echevarría Aros)



Doña Esperanza era mi profesora de Lengua en el colegio, era una profesora a la antigua usanza, de aquellas con zapatos de tacón bajo y falda estrecha por debajo de las rodillas; doña Esperanza siempre llevaba exquisitas blusas de encaje y una chaqueta cubriéndole los hombros, la portaba majestuosamente como si fuera una capa de armiño, e hiciera lo que hiciera, esta nunca resbalaba de sus hombros, incluso cuando se acercaba a darnos algún que otro pescozón en la nuca. La cadena de sus gafas siempre hacía juego con la cadena de su bolso, era cosa asombrosa esta pues nos preguntábamos donde compraría ambos para que siempre fueran exactos (vale, me lo preguntaba yo, el resto de mis compañeros ni había reparado en ello el día que lo dije en voz alta mientras doña Esperanza se ausentó de clase en una ocasión). Era seria, formal y siempre hablaba de una manera pausada y sin levantar la voz, era delicada hasta en su forma de andar o de escribir en la pizarra. 
Pero doña Esperanza tenía una debilidad: el Teatro. Raro era el mes en que no organizaba una representación en la misma clase: ¡La semana que viene toca entremés, y quiero veros mejor que nunca! ¿Algún voluntario? 
Todos se quejaban: que si era un rollo, que si no tenían tiempo de ensayar, que si sus padres les reñían por estar siempre ensayando en lugar de estudiar...yo, por supuesto, iba con la mayoría, me quejaba como el que más, pero lo hacía por lo "bajini", pues todos sabían que me encantaban esas representaciones.
-¿De qué te quejas, Villar? si estás deseando que te elija -decían mis compañeros que bien me conocían.
Y era cierto. Me encantaban aquellas pequeñas representaciones, incluso participar activamente en la creación de los diálogos, quería serlo todo: actriz, guionista, directora, tramoyista, encargada de vestuario...por eso no tardó mucho doña Esperanza en nombrarme su ayudante, y con el tiempo, yo misma escribía las obras que luego mis compañeros y yo representábamos.
Es uno de mis mejores recuerdos del colegio, y no cambiaría por nada lo vivido aquellos años. Aún hoy en día, años después de haber fallecido mi admirada profesora, la sigo recordando con cariño y respeto, pues no me acuerdo de las malas notas, ni de los castigos, ni de su mirada severa por encima de sus gafas, lo que ha quedado grabado en mi corazón son aquellos entremeses teatrales que doña Esperanza con tanto afán y dedicación nos enseñó. 
Muchos han sido los profesores que pasaron después por mi vida, y de unos cuantos guardo un recuerdo tan bonito y sincero como aquel que dejó en mí aquella profesora de Valladolid; creo que sin ella y sin Don Francisco Almela, hoy no tendría esta pasión por las letras y las tablas. 
Gracias, Maestros.

LA OBRA.

Seis personajes y un destino: alcanzar sus sueños subidos en la ilusión sin que el tiempo ni los Tiempos caduquen ese afán.
Seis personajes y un escenario: cuando los años y las canas hacen maestros a aquellos que las circunstancias y la misma vida no les permitió ser alumnos; cuando un maestro tiene tanto o más que aprender de aquellos a los que enseña. Cuando la enseñanza es mucho más que aprender unos conocimientos, es aprender a ser enseñado por los que te rodean.

LA OPINIÓN DEL GATO.

Todos me conocéis ya a estas alturas, soy teatrera y farandulera a más no poder. Pero en esta ocasión, ha sido mucho más que leer una pieza teatral, que visualizarla ante mis ojos, que imaginarme a mí misma representándola, en esta ocasión, la he sentido tan dentro que he escuchado perfectamente las voces de los protagonistas; y la he sentido porque ha sido como volver a aquellos años de colegio en los que todo era posible, hasta representar una obra de teatro en pleno aula creando un escenario con tan solo retirar las mesas y colocar una sábana sobre la pizarra.
Clases Magistrales de Aurea-Vicenta González es una pieza teatral corta, un entremés al más puro estilo Cervantino, corto pero intenso, en el que los líos, si bien no son una maraña de sentimientos y confusiones como en los del inimitable Cervantes, si forman parte de la trama de la pieza, de tal manera que la sonrisa está asegurada. No es solo una lectura o una representación para divertirse y pasar un buen rato sin pensar en nada mas, la obra de Aurea-Vicenta nos da sin que lo advirtamos siquiera, una gran lección.
Hay algo que si que no pasa inadvertido al lector -que como en mi caso conoce la obra de la autora, sigue y disfruta de sus libros- y es que es innegable que Aurea-Vicenta ha creado un estilo propio e inconfundible. Yo lo llamo el "estilo austero" de la escritora, y es que su forma de escribir y narrar es tan hermoso como delicado, como lo contaría una maestra de escuela a sus alumnos, pausadamente pero haciendo hincapié en la forma, pues no es lo que se cuenta, si no como se cuenta; leer a esta maestra no solo es una delicia, si no también una "Clase magistral" ya sea narrativa, relatos, teatro, si lees a Aurea aprendes y disfrutas a partes iguales.

Porque hay momentos y lecturas que se adhieren a la piel. Gracias maestra Aurea-Vicenta por esta gotita de bienestar.



CLASES MAGISTRALES
Aurea-Vicenta González
I.S.B.N.: 978-84-15799-71-9

 Edita e imprime:
Para adquirir el libro, pinchad aquí

Una Reseña de Yolanda T. Villar

©TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS


lunes, 9 de noviembre de 2015

NOVEDADES DE NOVIEMBRE 2015 EN CÍRCULO ROJO

¡Ya tenemos las novedades de la Editorial Círculo Rojo del mes de noviembre! No esperes a que te las quiten de las manos, se el primero en disfrutar de sus novedades.

¡Bienvenidos al Tejado de la aventura del Leer, Gatroteros!