miércoles, 27 de mayo de 2015

A MI ME PARECE UN SUEÑO de Anate Rivera





Dale vida a los sueños que alimentan el alma,
no los confundas nunca con realidades vanas.
Y aunque tu mente sienta necesidad, humana,
de conseguir las metas y de escalar montañas,
nunca rompas tus sueños, porque matas el alma.

Dale vida a tus sueños aunque te llamen loco,
no los dejes que mueran de hastío, poco a poco,
no les rompas las alas, que son de fantasía,
y déjalos que vuelen contigo en compañía.

Dale vida a tus sueños y, con ellos volando,
tocarás las estrellas y el viento, susurrando,
te contará secretos que para ti ha guardado
y sentirás el cuerpo con caricias, bañado,
del alma que despierta para estar a tu lado.

Dale vida a los sueños que tienes escondidos,
descubrirás que puedes vivir estos momentos
con los ojos abiertos y los miedos dormidos,
con los ojos cerrados y los sueños despierto.

(Dale vida a los sueños de Mario Benedetti)


Es más que cierto que nunca se puede juzgar un libro por su portada, pero es que en esta ocasión hubiera sido una sentencia más que injusta. La primera vez que me encontré con el libro de Anate Rivera, A mi me parece un sueño, me atrajo poderosamente su portada, ni siquiera había leído la sinopsis y ya quería tener el libro a toda costa y es que estaba segura de que me encontraba ante una novela erótico-romántica donde las hubiera; ya he confesado muchas veces que soy algo reacia a leer este tipo de historias, pues cuesta mucho encontrar grano entre tanta paja, pero también he dicho abiertamente que cuando eso sucede, se trata de novelas realmente magníficas, especiales, diferentes, de calidad.
Y ese fondo blanco en el que resaltaban un espejo y una bañera roja me atraía como la luz atrae a las libélulas ¿Quién podría dudar que dentro se desarrollaría una gran historia de amor y sexo? y es que al igual que ocurre con las buenas novelas románticas, si se sabe conjugar amor y sexo en un relato ¿Qué puede haber mejor? solo faltaba eso precisamente, que la dosis entre uno y otro, fuera la adecuada, sin caer en las exageraciones ni en el absurdo. En ese caso, tendría que leerlo sin más demora.
Y entonces caí en la cuenta de que no había leído la contraportada ¡Dichoso color rojo que me ha hipnotizado y hecho elucubrar sin ton ni son! casi me había adentrado en una historia que en ese momento solo estaba en mi cabeza, pues ni siquiera había abierto el libro aún. Pero entonces leí la sinopsis y ya sí que no supe a qué atenerme. No solo se hablaba de romanticismo y erotismo, esos escuetos párrafos aseguraban una historia de misterio e intriga ¿Seguro? ¿No querrá la autora abarcar demasiado o prometernos algo que no podrá cumplir?
Está bien me dije vamos a comenzar a leer…

A MI ME PARECE  UN SUEÑO de Anate Rivera

Comencé al fin la lectura y tal y como yo me imaginaba la sensualidad y el baño ¿Rojo? fue lo primero que apareció en la historia ¡Pero qué lista soy, a mi me la va a dar una sinopsis cuando una imagen o portadavale más que mil palabras! A continuar leyendo. Y no llevaba ni página y media cuando en mi rostro apareció una expresión de sorpresa que de verme yo misma en ese momento reflejada en un espejo, me hubiera quedado además de ojiplática, boquiabierta y tan pálida como pared de sanatorio; el misterio y la intriga me acaban de golpear sin remisión alguna. Así comenzaba la novela de Anate, con una extraña, misteriosa e inexplicable desaparición que me acaba de atrapar y subido a una montaña rusa de emociones que ya no me abandonaría en toda la lectura.
Hacía tiempo que una sola novela no me tenía en vilo, con el corazón en un puño, desbocado, ora por confusión, ora por emoción, por expectación y  hasta por excitación ¿Es que a nadie se le ha ocurrido incluir un tensiómetro junto con la novela?; junto con el protagonista el lector se ve sumido en una serie de acontecimientos que escapan de su entendimiento y de su razón, ¡escapan de cualquier lógica! es imposible dejar de leer sin preguntarse qué será lo próximo que ocurra, y en mi caso, deseaba saber el desenlace tan ansiosamente como al mismo tiempo quería seguir disfrutando de esa asombrosa historia, sin que nada ni nadie me arrebatara esa sensación de vértigo y ansiedad que me mantenía con todos los sentidos alerta.
Me encontraba ante un relato trepidante, con saltos espacio-temporales que todavía acrecentaban más esa sensación de “angustia” ante  unos hechos inexplicables que cada vez se complicaban más, creando una confusión mental total y absoluta, prácticamente ilógica, tanto en protagonista como lector; era como estar ante un cuadro del Bosco o de Pieter Bruegel el viejo, en los cuales sueño y realidad parecen mezclarse sin que seamos capaces de distinguir uno de otro, cuadros que te atrapan e hipnotizan y que sin entender muy bien qué es lo que está pasando ante ti, no puedes dejar de mirar e imaginar que hay más allá de lo que se ve a simple vista.

Constantino, atractivo, millonario, mujeriego, cuyo credo es Ámate a ti mismo por encima de todo, ve como su vida toma un giro inesperado al conocer a una atractiva azafata de vuelo, Brigitte; por primera vez descubre lo que es el amor de verdad, pero desconoce que desde ese momento, su vida ya no será nunca igual y que tal vez deberá pagar ante el Universo un caro precio por su felicidad ¿O un justo pago por su pasado? Constantino inicia una trepidante búsqueda que no solo incluye la extraña desaparición de su mujer, si no la suya propia, extraviada y confundida entre los avatares del Destino. Misterio, romance, erotismo, expiación de culpas, muchos pecados y unas cuantas virtudes, ese será el camino que Constantino ha de recorrer si quiere hallar aquello que tanto ama, y ya, no se trata solo de él.
Constantino se verá envuelto en una Serendipia, que le conducirá hasta el sentido de su propia existencia. Un final cardiaco, digno de una película de Hichtcock.”

Anate Rivera consigue con su novela, A mi me parece un sueño, adentrarnos en un extraño mundo en el cual, Realidad y Ficción, se superan la una a la otra continuamente ¿Cuál de las dos saldrá victoriosa? Sin duda alguna…la victoria es del satisfecho Lector.



 



Anate Rivera
A mi me parece un sueño

ISBN: 978-84-9095-374-7







Una Reseña de Yolanda T. Villar

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