domingo, 25 de mayo de 2014

TÚ, MI MEJOR ELECCIÓN de Violeta Lago




Hay días que a uno, por dónde más le apetece trotar, es entre esos metros que separan su confortable sofá, de su comedero, pocos, pero aún así a veces se hacen larguísimos cuando el hambre azuza y estás disfrutando de un momento de placer y comodidad sin parangón.

Ayer fue uno de esos días.

Repantingando cómodamente en mi sofá –deseando que mi compañera de piso, una pelirroja cansina y besucona, accediese al fin a traerme mis delicias de trucha, salmón y caviar con verduritas, hasta el salón− me disponía a seguir disfrutando de una historia que me tenía enganchado desde el momento en que mis ojos y mis garras, se clavaron en ella.

Jennifer Aniston lucía nuevo look, con un maravilloso pelo rizado y había dejado la Gran Manzana para instalarse en Valencia, ciudad cosmopolita dónde las haya, y vivir una romántica historia de amor de esas que te dejan “ojiplático, boquiabierto y con las patas vueltas”; mi corazón casi se desboca cuando aparece Mathew McConaughey en un ascensor y roza su cintura con sus dedeos. Pom-pom pom-pom, late mi corazón.

No puedo quitar mi vista de la protagonista, que con cualquier cosita que se ponía estaba arrebatadora, cuando aparece Hugh Jackman enfundado en cuero, sobre una moto de gran cilindrada y ambos, se van a recorrer la ciudad, con las luces del paseo marítimo como telón de fondo.
 Este Gato ya no puede más ¡Aquí hay tema, pero vamos! Y en ese momento aparece Ewan Mcgregor, tan atractivo como siempre, pero haciendo de villano y pretendiendo conquistar a la protagonista con malas artes, muy malas artes.  ¡Ya no puedo con mis bigotes, una sorpresa más y me muero de la emoción! Doy un respingo en mi sofá cuando, lejos de acabar las sorpresas, una nueva hace que mi corazón de nuevo se desboque ¡Rock Hudson y Doris Day se besan apasionadamente en el hall del Hilton! Se acerca el final cuando…¿Rock y Doris? ¿Dónde están la Aniston y el Jackman? ¡Ay madre! ¡Que no estoy viendo una de esas maravillosas comedias románticas! ¡Estoy leyendo un libro! ¡Un libro!.
¿Y todas esas nítidas imágenes que había delante de mí? ¿Y esos diálogos que me tenían atrapado? ¿Dónde está la suave música de fondo que llegaba a mis oídos?

No puedo creérmelo, Violeta Lago, la autora de “Tú, mi mejor Elección” me ha transportado a través de su novela, a  un mundo de imágenes, luz, color, sonidos y melodías. Un lugar dónde todo es posible, hasta que mi ciudad, se convierta en un plató de cine. O un lugar, hasta donde un Gato, se crea una chica enamorada.


“Con  “Tú, mi mejor Elección”, Violeta Lago nos trae una novela que clasificarla de romántica, al menos, solo romántica, es quedarse corto. En ella conocemos a una joven alegre y divertida, que centrada en su trabajo en una importante multinacional, se siente satisfecha y plena con una relación amorosa libre y despreocupada, que le aporta cuanto necesita sin exigir nada a cambio. Pero en tan solo una semana, su vida dará un vuelco y los cimientos de su hasta entonces tranquila existencia, se sacudirán como azotados por un tremendo tsunami.
Un novio que tiene mucho que ocultar, incluida una sorpresa inesperada. Un traductor que no es quien dice ser, un agente comercial que esconde su ineptitud y su mediocridad bajo una fachada impecable y un motero, que resulta ser el chico con el que toda chica y su madre, sueñan ¡Vaya cuatro patas, para un banco! Y en medio de todo y todos, su nexo de unión y al mismo tiempo de conflictos, Mireya. De repente se verá inmersa en una espiral de acontecimientos, sorpresas, decisiones, confusión, sentimientos, envidias, exigencias, violencia, lágrimas y risas, que la sobrepasarán en ciertos momentos, haciéndola flaquear y dudar de sí misma y de su corazón. Una intensa semana en la que el amor, el sexo, la aventura, el drama y el peligro se conjugan magistralmente para dar forma a una historia que engancha desde la primera página.

Y como hilo de Ariadna, una boda de alto copete que llevará a la protagonista hasta el mismo centro del laberinto ¿Encontrará allí al temible minotauro? ¿A su Teseo, tal vez? ¿Cuál será esa decisión que deberá tomar y que cambiará su vida? Violeta Lago nos sumerge de lleno en la historia, a través de la sorpresa continua y mucha acción hasta el final.

Una novela romántica con tintes de misterio, plagada de momentos de humor y confusión al estilo de las comedias de situación, dónde no falta una dosis de acción ni una chispa de thirller psicológico; y todo contado de  una manera sencilla pero trepidante, en donde el descanso y la tranquilidad, no tienen cabida ni para protagonistas, ni para el lector. Violeta Lago nos transporta con su clara narrativa y sus diálogos chispeantes, a una de esas grandes historias de amor, que solo ocurrían en la pantalla de un cine.”




TÚ, MI MEJOR ELECCIÓN
Violeta Lago

Editorial Divalentis S.L
divalentis@divalentis.es

ISBN: 978-84-941735-3-0



Una Reseña de Yolanda T. Villar

©TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS

martes, 20 de mayo de 2014

ENTREVISTA CON...Juan Carlos García Hoyuelos

 Juan Carlos García Hoyuelos


Cuando uno trota como troto yo, sin rumbo fijo pero sin perder el Norte, llenando su caminar de pensamientos, recuerdos y sueños para no cansar su mente y al mismo tiempo adormecer el cansancio, no puede evitar pensar en los que trotaron antes que él por estos mismos senderos. Sendero no solo es un camino rural entre campos, pinares o montes, para mí, un sendero es aquel camino que he de recorrer abriéndome paso entre obstáculos y maleza, y nada cuesta más a un gato que caminar por la ciudad, entre la gente. No estoy llamando maleza a las personas, pero si me supone un hándicap añadido toda esa maraña de pies y zapatos, tremendos obstáculos con los que lidiar para llegar a mis destino.


Un poeta en Nueva York, imaginó los sueños que sobrevolaban sus calles, aquellos que hablaban de un niño muerto que lloraba y que solo los perros pudieron hacer callar; sueños de una ciudad que no duerme, por no dormir, no duerme nadie ni en el cielo. Tal es la falta de sueño que un día veremos a los caballos en las tabernas, y las hormigas furiosas atacarán el cielo amarillo que busca refugio en los ojos de las vacas.

Un poeta en Burgos, sueña palabras en los silencios y silencia los sueños chistando versos. Es tal el silencio, que toma por respuesta un cajón que se abre y una lágrima que cae sobre una hoja; oscuridad y silencio sepulcral siente el poeta de Burgos, pues va entre tinieblas con la pena como sombra y compañera de su destierro.

Poetas y Gato recorren un sendero que atraviesa calles, unas de piedra, otras de asfalto y todas de tinta. Gato y poetas, van en busca de aquellos Sueños, a los que no venza el propio sueño. Más queda a expensas de los Sueños, rindiéndose ante el cansancio y tornándose bruma el poeta en Burgos, y recuerda el poeta en Nueva York, un negro que soñaba con su cuchara de arrancar ojos a los cocodrilos y golpear el trasero de los monos, cuando la noche tenía una hendidura y permanecían quietas las salamandras de marfil.

Los poetas encontraron su Destino al final de los versos, el Gato, como no sabe de versos, tan solo trota sus senderos hasta llegar a su destino, al menos, atracar en buen puerto.

Lejos queda Nueva York para un felino, más si ha de atravesar un océano que de seguro estará mojado  y no gusta el minino de cruzar lugares por los que no hay sendero y en los que acabará empapado. No. Mi camino por hoy se ha acabado, siguiendo la estela de unos versos, mi trotar me ha llevado al Norte, ese norte que nunca pierdo por mucho que mis ojos vayan clavados en el suelo.

Una melodía me atrapa en mi divagar ¿Qué embrujo es este que me trae esta música a mis oídos, sueño tal vez? Tal vez sepa el poeta de dónde vienen estos versos, el Poeta de Burgos, el que lleva por compañía a sus pensamientos y la soledad de sus ojos…



1)Nada más comenzar a leer sus poemarios, una se queda prendada desde el verso primero,  de la intensidad y la emoción puesto en cada uno de ellos ¿Cómo podría preguntarle lo siguiente sin que suene raro? ahí va ¿Qué hace un vasco como usted, escribiendo poemas como estos? creo que sí suena raro, pero tenía que preguntárselo. Una no suele asociar a un chicarrón del norte con todo este despliegue de sentimientos.

Jajaja, nací en Basauri (Vizcaya), pero desde muy pequeño, sin apenas cumplir un año de vida, mis padres se trasladaron a Burgos, provincia de la que son sus raíces, aunque una parte de mi los orígenes de mi padre son vascos. Puedo decir sin miedo a equivocarme de que “soy un burgalés de Basauri, un castellano con tierra vasca en muchos de mis pasos”. Amo mi ciudad, Burgos, y también Bilbao, me segunda ciudad; ambas están en mi corazón. En cualquier caso, soy una persona romántica, y aunque mi apariencia física sea más bien de tipo duro, sólo hay que quitar el vaho para darse cuenta de lo frágil y emotivo que soy.

2) El mundo editorial está pasando un momento bastante duro y amargo, como el resto del país, pero si cabe se nota la crisis más en la cultura y el arte, parece ser que cuando vienen las vacas flacas, uno de dónde primero tiene que recortar es de aquí, como si la incultura diera menos cornadas que el hambre. Juan Carlos ¿lo tienen más difícil si cabe,  ustedes los poetas, que los novelistas?

Pues francamente está muy mal, la crisis y también debido a otras formas de comunicarse, como internet (a mí muchas personas me han conocido a través del facebook, donde subo muchas de mis poesías), ha reducido de forma drástica la venta de libros. Es casi imposible, por no decir totalmente imposible, vivir de la literatura, salvo que seas uno de los escritores consagrados, sobre todo de best sellers. Y si hablamos de poesía, todavía es peor, es un género literario con un público muy entusiasta pero minoritario.

3) Hace muchos años, en un teatro de Valencia, tuve la suerte de conocer a Rafael Alberti, entonces una no aprecia en su justa medida la gran suerte que tiene y no presta atención a lo que debería prestar, pero recuerdo algo que el poeta dijo aquel día: La poesía es como las flores, si no se riega, muere. O algo muy similar. ¿Qué es para usted, Juan Carlos, la poesía y que representa en su vida?

Para mí la poesía es mi saliva, tan oculta como necesaria, capaz de humedecer mis labios y, cuando opta por el silencio, una infranqueable muralla.

3) ¿Ha tenido en algún momento dudas sobre si la poesía sería su camino?

No, nunca, y eso que empecé tarde, a los 30 años a escribir poesía. Es más cada vez estoy más enganchado, y no pienso hacer nada para desintoxicarme. Soy feliz así, cada día intento un verso aún más bello. No busco reconocimientos sino lectores, eso es más que suficiente. Luego si el trabajo se reconoce, mejor que mejor, pero no es mi meta.

4) ¿Cómo convoca a las musas, Juan Carlos? ¿Es usted de los afortunados que son visitados por estas traviesas compañeras, sin ser requeridas? He oído decir que en poesía las musas no dejan de hablar, solo hay que saber descifrar lo que quieren decir…

Efectivamente, las musas no se buscan, simplemente están. Es como buscar enamorarse, sería absurdo. Un escritor, un pintor, un deportista y cualquier otra persona que sea creativo necesita respirar sentimientos, sensaciones, embriagarse de emociones y llenarse de momentos propicios. Nunca sabes cuando las musas acudirán, pero siempre te rescatan del anonimato, y sin saber el porqué en un momento afloran los versos, las líneas, la jugada maestra, el lienzo…

5) ¿A quién escribiría un poema y luego le daría pudor enseñárselo? Da igual la razón, pero ¿existe alguien que le impondría tanto como para no mostrarle lo que le ha escrito?

A quien amo, pero jamás el pudor me impediría dejar de enseñárselo. En la poesía como en todo en la vida, hay que ser valiente, y además un poema es el mejor regalo que le puedes hacer a una persona. Quien la desprecie, no merece tu tiempo, tus sentimientos.

6) ¿A quién o qué, no podría escribir nunca un poema, Juan Carlos?

Difícil e interesante pregunta. No quiero escribir a quienes nos han llevado a una situación económica límite, a quienes llaman egoístas a los preferentistas, a los que no gastan en educación, sanidad e investigación, a quienes no derraman una lágrima viendo a una persona desahuciada a la que ha dedicado todos sus ahorros y que, por circunstancias de la vida, no puede pagarla.  A sus verdugos quiero olvidarlos de mis versos, es el mejor desprecio que puedo dedicar a esos ladrones de guante blanco, a esta gentuza, porque ellos son los verdaderos delincuentes, los violentos que llaman revolucionarios a los que se manifiestan contundentemente en Ucrania para luego volver la tortilla, tachando de bárbaros y delincuentes, cuando nuestros jóvenes, muchos de ellos desesperados, salen a manifestarse en nuestras ciudades.

7) Tengo que decirle que me ha encantado escuchar sus poemas en tantas lenguas como existen en la península, y de tantas voces como los he escuchado, algunas tengo que reconocer que me han extasiado por completo, teniendo que escucharlas una vez tras otra. A mí la poesía siempre me ha sonado a jazz, a blues, a swing incluso, la voz de Billy Holliday o Stacey Kent me suenan a verso…¿Con qué estilo se identifica más a la hora de pensar en su poesía?

Me encantan los clásicos, como García Lorca o Gustavo Adolfo Bécquer. Y he de decir que actualmente hay poetas de una calidad impresionante, podría citar a muchos, y en esta ocasión es de justicia que me acuerde de los poetas que han participado en mis proyecto poéticos-musicales: Antonio García Teijeiro, Lucía Novas Garrido, Felipe J. Piñeiro, João Rasteiro, José Viale Moutinho, Rubén d’Areñes, Ramón Lluis Bande, Roberto González-Quevedo, Berta Piñán, Humberto Gonzali, Aritz Gorrotxategi, Pello Otxoteko, Juan Kruz Igerabide Sarasola,  Tere Irastortza, Raquel Lanseros, Norberto García Hernanz, José Gutiérrez Román, José Lupiáñez, Enrique Gracia Trinidad, Juan Carlos Mestre, Carmen Carrasco, Josep Esteve Rico Sogorb, Anfós Ramon i Garcia, Voro López i Verdejo, Xavièr Gutiérrez Riu, Manel Gibert, Pau Riba, Anna Rispau, Chusé Inazio Nabarro, Ánchel Conte Cazcarro, Chuan Chusé Bielsa Alquézar, Gabriel Moreno, María Jesús Lacárcel Carretero, Antonio López Vidal, Matilda Koén-Sarano, Margarit Matitiahu, Avner Perez… (son muchos, la lista sería larga, muy larga, a todos admiro, de ellos aprendo cada día)

8) De no haber sido poeta, se hubiera expresado a través de…

Posiblemente escribiría en otro género literario, me gusta contar cosas, seguramente me encaminaría por relatar viajes a mundos perdidos, o dar a conocer pueblos, culturas y lenguas en peligro de extinción.

9) Tengo que decirle otra de esas cosas que suenan  raras, pero tengo que hacerlo. Mientras leo poesía, en concreto mientras leía sus poemarios, me gustaba comer a bocaditos chiquititos cosas dulces cuando el poema era sumamente romántico pero en otras me he descubierto mordisqueando queso cuando eran versos intensos ¿Es la gastronomía una forma más de poesía, al contrario tal vez? ¿Lo ha pensado alguna vez? ¿Es la cocina española, burgalesa en este caso,  un acicate para escribir versos? Yo una vez leí una Oda a la Lenteja…

Jajaja, pues no me suele ocurrir eso, confieso que mientras leo y escribo poesía suelo escuchar música, la mayoría de las veces en inglés, y como no lo hablo, imagino sus letras, la melodía que a mí me gustaría ponerlas; varias poesías han salido de canciones que he hecho mías sin que supiese de que cantaban. Dicho esto, la gastronomía burgalesa es uno de nuestros atractivos, con permiso de nuestra Catedral, monumentos, paseos , Camino de Santiago, homo antecesor, Sierra de Atapuerca…

10) Y puestos a ello, a buscar inspiración entre lo que nos rodea ¿Le escribiría unos versos algún día, a un Gato Trotero y blanquinegro? Es algo presumido, le aseguro que le encantaría… (risas)

Por supuesto, pero para ello es imprescindible que lo conozca y ver cómo me mira (jajaja)

11) Para terminar ¿Para cuándo ese tercer poemario, Juan Carlos? Tengo un montón de dulces esperando ser degustados…

Si todo sale según lo previsto, en el primer trimestre de 2015 estará a la venta. Adelantar que se titulará “Aire, fuego y deseo”, con 25 poesías y que al igual que ocurrió con el anterior, “Se lo dije a la noche”, llevará un dvd con veintitantas canciones en las diferentes lenguas habladas en Iberia (también habrá en ladino o sefardí), y por lo que estoy escuchando de las que me van llegando, son canciones de una extraordinaria calidad, compuestas e interpretadas por profesionales a partir de los versos que he escrito en este poemario. Será una auténtica delicia, estoy muy satisfecho con el resultado, y por ello me siento muy feliz. 

Gracias por su tiempo y su sentido del humor, y sobre todo, por su magnífico trabajo. Ha sido un placer inmenso, Juan Carlos.

Muchas gracias a ti, Yolanda. Un placer.

Y marcha el Gato siguiendo su sendero ¡A saber dónde estará mañana mi destino! Hoy, está tras la melodía, a la vuelta de unos versos.





Una Entrevista de

 Yolanda T. Villar



©TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS

DESDE MI OTRO LADO Y SE LO DIJE A LA NOCHE de Juan Carlos García Hoyuelos

Portadas de los dos últimos poemarios de Juan Carlos García Hoyuelos, Se lo dije a la noche y Desde mi otro lado


¡Cómo quisiera este Gato ser poeta cuando cayera la noche! le cantaría a la Luna trovadas de amor y muerte, para ser su Ausías en los meses de abril y mayo, cuando al alba canta una calandria y le responde un ruiseñor y si, en efecto, cuando los enamorados van a servir al amor… ¡No, no, no, no es poeta este felino, pues no pasa de juglar de plaza y villa, tan solo entona un simple cantar, pues de otra manera no sabe expresar lo que tantas veces desearía en voz alta maullar este minino! ¡Ay, pobre Trotero, que en su afán de ser música sin notas, querría transformarse en verso! Me da a mí que al igual que los de Bremen, no será jamás verso, se habrá de conformar con ser trotamúsico de largos bigotes y pelo en pecho, en el cual duerme sereno, un poema sordo, mudo, ciego e incompleto.
De repente, escucho una suave voz de mujer, suena a llanto y una delicada melodía hace de pañuelo para sus lágrimas alumbradas por la luna; remueven los versos las entrañas y sacuden el alma, llora la voz de una mujer los sentimientos del poeta, y siente el poeta en su oído la voz de la mujer susurrando versos que suenan a fado.
¡Cómo quisiera ser poeta, bertsolari, cantautor y músico este Gato, para poder decirte con palabras de agua, sal y viento, lo que por ti yo siento! Pero no se siente desdichado el Trotero, pues aunque en sus genes no está el ser poeta, filósofo y artista, saborea las mieles de mil poemas  bien hechos bajo la pluma de García Hoyuelos, aquel que transforma los más complejos sentimientos, en bellos versos.
Y como Alicia a través del espejo, escucho atento lo que el poeta nos cuenta a mí y a la Noche, desde su Otro Lado…


“Nos sorprende Juan Carlos García Hoyuelos, así de entrada, con su poemario Desde mi otro lado, queriendo ser verso. No quiere ser poeta, a pesar de ser puerto para la poesía, y se lamenta de que nunca llegue a ser verso. Él, contenido y continente de un Don de dioses, no quiere ser ánfora repleta de agua, quiere ser el Agua.
Poemario que cincela silencios, y en la persona amada reverberan el sonido de dos pétalos al rozarse; silencios cubiertos del rumor de la respiración como caracolas de mar, poemas que añoran unos labios que besan la espuma que muere en una ola. Versos que consumen la esencia de dos enamorados que se beben y el curso de su entrega, fluye como el agua del río antes de morir en la mar, exhausto y salado tras tanta crecida y sequía, para volver a llenarse el uno del otro.  Juan Carlos García Hoyuelos nos habla de un amor dormido tanto tiempo que se ha quedado para el amante obsoleto, muda su piel para renacer de sí mismo sin ser ya nunca más el que fue, siempre hay una huída hacia adelante.

Es el amor sin duda origen de las tribulaciones del poeta, y el desamor, el de sus consecuencias. Amor y tiempo, tiempo y amor ¿Qué sería del amor si no hubiera tiempos de versos?; García Hoyuelos nos va desgranando poema a poema la paradoja del tiempo, o tal vez es que el propio poeta sea la paradoja de sus versos, incluso puede que la vida misma sea toda ella una gran paradoja ¿Cómo es posible que ocupen lo mismo en sus manos la nada y el todo, y como pueden pesar por igual en su alma las risas como las lágrimas? ¡Ayyyyy, amigo que lees poesía y no la escribes! eso es ser poeta, y es que verso a verso, García Hoyuelos se ha transformado en su propia Crisálida y ya es VERSO.

Es imposible no dejar de leer poema tras poema, poemario tras poemario ¿para cuándo un tercero, si el ansia ya me desboca y no me deja acabar el segundo cuando ya siento que necesito más?

Con Se lo dije a la Noche, García Hoyuelos riza el rizo, no solo se nos muestra más pasional, sensual y romántico que anteriormente, si no que transforma sus poemas en melodías; es como si una vez el poeta se vio desde su otro lado, como esa Alicia a través del espejo que comenté antes, ahora que es verso, necesita ser canción. Y llena sus poemas de voces  sensuales, fuertes, enigmáticas, envolventes, cautivadoras…el poeta nos deslumbra con un despliegue de sensibilidad, sentimiento y arte por doquier, ahora es filósofo, filólogo y musicólogo, en un mundo en el cual las notas musicales riman en asonante y las partituras se transforman en Poemario.
Un despliegue de emociones y palabras, que unas junto a las otras, hacen magia. Pero es también un despliegue de colaboraciones de artistas, músicos, poetas…tres prologuistas de renombre, Óscar Esquivias, Manel Gibert Vallès y  João Rasteiro. Epílogo de Susana Fumis y como colofón final, un poema de Juan Carlos Mestre, ahí es ná.

¿De qué sirven las palabras en voz alta, cuando los cuerpos de los amantes son arena entrando en la mar y ser besados por las olas y alzados en sus crestas? Pues así es “Se lo dije a la Noche”, pasión y entrega.”




“DESDE MI OTRO LADO” (2007)

Editorial: Telira

Prólogo: José Manuel Prado Antúnez

“SE LO DIJE A LA NOCHE”(2011)

Editorial: Ediciones Beta III Milenio


JUAN CARLOS GARCÍA HOYUELOS

                                   http://garhoy.blogspot.com.es/




Una Reseña de Yolanda T. Villar


©TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS

jueves, 15 de mayo de 2014

ENTREVISTA CON...Vicente Murria

 Vicente Murria


Qué grande es la alegría que corre por el lugar,
cuando Mío Cid ganó Valencia y entró en la ciudad.
Los que iban a pie caballeros se hacen;
el oro y la plata, ¿quién os lo podría contar?

(Cantar Mio Cid)


Recorrer las calles que me llevan hasta la Catedral, me hacen sentir como un Conquistador entrando en la ciudad entre vítores y alabanzas; es fácil dejarse llevar por este sentimiento, todo el casco antiguo de la ciudad de Valencia emana Historia por todas partes. Serán sus calles empedradas, sus Torres, iglesias, campanarios, edificios, conventos, restos arqueológicos de una Valencia que aun sigue siendo Valentia romana en sus entrañas y Balensiya árabe en su piel, y en el corazón, siempre Valencia, la de siempre y la de hoy.
Camino por Santa Catalina oyendo a mi alrededor, aunque solo sea perceptible por mis oídos, las voces de un pueblo que clama vivas y aleluyas por todos aquellos que pasaron desde el anteayer de los tiempos por sus calles y callejuelas, dejando la impronta de sus pasos, su olor, su mirada, su voz, sus lágrimas y sus risas. Desemboco en la Plaza de la Reina, cuyo nombre evoca a aquella por la que se le preguntó tras su pérdida a Alfonso XII ¿Dónde vas triste de ti?, María de la Mercedes, por la cual ya los caballos de palacio no quieren pasear, pues luto por ella estos quieren llevar…aquella que murió siendo tan Joven y Hermosa, que dirían los versos de Lord Byron, tan hermosa que no parecía de nacimiento humano.
Tan arraigados están los versos al querer del pueblo, que ni pudo la Región Valenciana primero, ni la honrosa Zaragoza después, quitarle el nombre a la monárquica plaza y esta, Reina María de las Mercedes quiso seguir siendo por siempre jamás, aunque el pueblo con el paso de los años, por Reina solamente la quiso llamar.

Y en la plaza de Nuestra Reina, aquella que un anciano sentado en un banco me contó una vez,  que se llama así porque la Catedral es la emperatriz valenciana, con más fantasía que realidad, se halla este Gato buscando aquellas historias que ocurrieron alrededor de esta plaza. Pero es una gran sorpresa para mí, descubrir que no son las de antaño las historias que dan alma a este lugar, pues a nuestro alrededor hay miles de ellas y tan solo hay que saber mirar; no son los conquistadores ni los reyes, ni los poetas muertos los que escriben hoy la Historia de la plaza. Son las personas que pasan por ellas día a día, los palabras que escriben verso a verso los poetas callejeros, los que nos cuentan las historias que un día, lejano él, serán Historia.

Y en un lugar que evoca al ayer, escucho las palabras de hoy. Y flotando en el aire, versos que nunca mueren. Vicente Murria tiene mucho que decir sobre estas historias sencillas de gente corriente, la pelirroja, y ahora yo, le escuchamos atentamente…


"…Yo estaré siempre contigo,
tú serás mi gran anhelo,
seré el forro de tu abrigo
  y el sabor de tu caramelo"

(de la Barrendera de la Plaza de la Reina)




El autor, hojeando uno de sus libros


1)Algo que no me canso nunca de repetir es lo mucho que me gusta leer un libro y reconocer la localización de la historia, es como si la historia se hiciera más mía, el poder seguir a los personajes mentalmente por los lugares que pasan. Su novela está tan bien descrita que cualquier lector, sea de dónde sea, puede seguir perfectamente a los personajes visualizando con todo detalle los lugares que nombra. ¿Qué primó más para usted al escribir la novela, situar a sus personajes en un lugar concreto que todos pudieran visualizar, o elegir un lugar que le gustara a usted especialmente?
Elegir un lugar que me gustaba especialmente. La plaza de la Reina y la calle de La Paz son zonas por las que me gusta mucho pasear. Además, quería que como valenciano, alguna de las novelas que he escrito se situase en Valencia. Además, eso me permitía recorrer esos escenarios una y otra vez mientras estaba escribiendo. No sé porque razón en las anteriores he salido fuera…

2) Muchos autores buscan protagonistas que den el perfil de héroes, personajes con mucho peso  que le hagan al lector evadirse y soñar incluso con vidas totalmente distintas a la suya. Sus protagonistas son casi anti-héroes, personas tan normales como cualquiera de nosotros, pero con una fuerza expresiva impresionante ¿Es la normalidad la nueva heroicidad literaria?
No sé si es la normalidad en la nueva heroicidad, en mi caso tal vez se deba a que es más fácil escribir con lo que uno se identifica, lo que tienes alrededor y lo haces sin darte cuenta; quizá, para el futuro, si es que escribo alguna novela más, pueda ser un buen ejercicio crear personajes que se acerquen más al perfil del típico héroe

3) Siguiendo en la línea de la pregunta anterior, Vicente ¿Cómo surgió el personaje de David? su peso en la novela es innegable, está tan bien definido que cabe pensar que es real….
Es real.  Asleuval me puso en contacto con Agustina, una persona que había padecido la enfermedad. Tuvimos varios encuentros y también me escribió sobre ello; y así luego pude ir adaptándolo a la historia. Para mí, era muy importante que no hubiese errores en lo que al diagnóstico y tratamiento de la enfermedad se refería.
    
4) Un protagonista con una grave enfermedad, no es lo habitual, pero con un final feliz ¿pensó en algún momento en darle un giro distinto a dicho final? Lo que se hubiera ganado en intensidad emotiva, se habría perdido en esperanzas ¿Es este uno de los cometidos de ASLEUVAL?
Desde el primer momento tenía claro que con David había que transmitir un mensaje de esperanza y que mejor forma de hacerlo que contando un caso real. Tras contactar con Asleuval también tuve clara una cosa, y aunque la historia pudiese perder algo de ritmo narrativo, era explicar la labor que realizan.

5) Las poesías de Antonia Navarrete son el eje de unión en esta historia, el epicentro de las vidas de sus protagonistas ¿Qué fue antes, las poesías o la historia?
Fue antes la historia. Contacté con Antonia Navarrete a través de Asleuval, mientras la estaba escribiendo, y le pedí que compusiese un poema que expresase ciertos sentimientos, me refiero al poema “eres flor de primavera”, que es el eje de la novela. Los otros dos que aparecen “No te pares ni te rindas” es un poema que ya tenía escrito Antonia y “Sin demostrar mi cobardía” lo escribió tras hablar con Agustina.

6) Todo escritor guarda un poeta dentro, eso escuché una vez en una presentación literaria ¿Cree que es cierto? ¿Es más fácil escribir prosa para un poeta que viceversa?
No lo sé, en mi caso evité a toda costa escribir poesía. No digo que a lo mejor algún día pueda escribir alguna, aunque no es mi intención, pero si ocurre no será de una manera forzada. En esta novela eran necesarios los poemas y si te soy sincero, ni tan siquiera lo intenté.

7) Un libro o un autor que le haya marcado en algún momento de su vida.
Marcarme, marcarme tampoco, pero me gustaron mucho Drácula y La isla del tesoro. 

8) Cuando llegan las musas es bueno que le pillen a uno trabajando, pero ¿Qué sucede cuando estas no llegan y parece que se hayan marchado muy muy lejos? ¿Le ha ocurrido alguna vez?
Pues que quizá, sea mejor esperar a que lleguen. Aunque todo esto es muy relativo. A lo largo de una novela hay muchos momentos, altibajos. Hay ocasiones en las que tienes la historia apartada y sin saber el porqué llegan a tu cabeza muchas ideas. Otras veces, forzándote a escribir también surgen. Yo como hasta ahora, nunca he tenido fecha de entrega de un libro, si se me ocurre una idea y no estoy escribiendo, lo anoto y la tengo guardada hasta que me ponga con ello.

9) Los viajes y los escritores ¿Qué significan para usted, Vicente? ¿Viajar incita a escribir?
Creo que al revés, jaja. Nunca he viajado con la intención de inspirarme, casi siempre ha sido por placer, y en alguna ocasión para documentarme. Aunque eso no implica que algún recuerdo de algún viaje me haya servido a la hora de escribir.

10) Una historia que le gustaría contar y nunca ve el momento de hacerlo.
Tengo una novela corta sin publicar. La escribí hace unos años, pero no me he decido a hacerlo. No sé muy bien el motivo, quizá espero el momento.

11) Y por el contrario ¿Alguna vez ha empezado una historia que no ha acabado?
Tengo una, con la que estoy ya hace tiempo. La segunda parte de mi primera novela, Impregnados. Pero no sé cuando la terminaré, si es que la termino.

12) Sin que de mala suerte nombrar a la bicha, como dicen por el sur ¿Algo nuevo en el horizonte?
Me gustaría trabajar en un cómic. Tengo algunas ideas, pero hace falta contactar con un dibujante.

13) Un Gato leyendo su novela ¿podría alguna vez imaginar algo así? (risas)
No, la verdad es que no (risas).  Ha sido una imagen muy divertida.

Un placer Vicente, deseando leer pronto una nueva novela suya y esperando que siga formando parte de esta locura que es el Gato Trotero.


Y como paseante tan solo, sin ser campeador, ni rey, ni poeta, troto de nuevo por las calles de Valencia, dejando a mis espaldas y guardando en mi ser, a la Reina, la que tiene para ella sola, una plaza en la ciudad.


      Una entrevista de
      Yolanda T. Villar



©TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS

miércoles, 14 de mayo de 2014

LA BARRENDERA DE LA PLAZA DE LA REINA de Vicente Murria Esteban




Para un Gato trotero como yo, puede parecer que deambular por las calles de la ciudad, le conviertan tan solo en un gato callejero más; no es que esa definición me importe, pues depende de quién y sobre todo de cómo la diga, pues para mí un callejero es nada más y nada menos que un ciudadano del mundo, sin techo pero tampoco sin puertas  ni cerraduras. Me gusta ser un Trotamundos, pero también un callejero, una cosa no está reñida con la otra, igual de mundo es el campo abierto como la ciudad colapsada.  Pero es que sí, es un gran placer para mí callejear por mi ciudad, calle a calle, plaza a plaza, parque a parque. Y ese placer reside no tan solo en la ciudad en sí, sino en la gente que la habita, que al fin y al cabo es la que la hace lo que es, una Ciudad.
Son sus gentes las que dan vida a los edificios, la que llena de risas los parques, de charlas las terrazas, de quejas las paradas de autobús, de voces altisonantes los mercados, de silencios los solitarios bancos de piedra; personas que en sí mismas son un mundo entero, personas de las cuales, se podría escribir un libro con su día a día, sin tener que ser grandes héroes o grandes personalidades, tan solo por ser quienes son. No me he encaminado hoy por casualidad hasta la Plaza de la Reina, ni ha sido el azar el que me ha hecho parar junto al parque frente al Miguelete, tampoco será un despiste el que me haga hoy tomar aliento y mirar de principio a fin la calle Barchilla. Estoy aquí porque quería ver con mis propios ojos como un lugar aparentemente normal por el que muchos están de paso y otros miran hacia las alturas, sin reparar en quienes tienen a su lado es un lugar que en cualquier momento puede convertirse en el epicentro de una historia que merece ser contada…o historias. Y para  mí, que a curiosidad pocos me ganan, dónde hay una historia, hay una novela y tras toda novela, en efecto, hay una gran historia sin duda. Vicente Murria Esteban lo tiene claro en La Barrendera de la Plaza de la Reina.

Usted, puede ser el protagonista de una gran historia.

“ Vicente Murria ha querido ponérnoslo difícil. Nos engancha a la historia desde la primera página y nos presenta tres personajes que aparentemente no tienen nada en común, deslizando entre página y página pequeños retazos de sus vidas como si fueran versos sueltos de una poesía que el lector deberá recitar cuando logre ordenarlos. Y nos lo pone difícil porque nos cuesta clasificar quién de ellos es el protagonista, quien el antagonista y quien todo lo contrario; cuanto más sabemos de ellos, más nos cuesta asignarles un papel, pues como en la vida misma, sus pasos y sus circunstancias, los convierten por momentos en unos y en otros.
David es un joven repartidor cuya vida parece marcada por un trozo de papel que nunca está donde debe estar, un poeta que no sabe que lo es porque  considera sus versos lo suficientemente insignificantes como para llamarlos así, aún sabiendo en el fondo de su corazón que son esas palabras que acaban escritas en un papel, su auténtica vía de escape. Julia es una joven barrendera a la que el amor no la ha tratado como se merece, pero no se da cuenta que lo que ha ocurrido es que ha confundido el amor con el “querer ser amada”, creando un hermetismo el cual piensa que la mantiene a salvo del cruel amor; nadie puede esconderse eternamente de ese sentimiento cuando el Amor prende la chispa en los corazones. Pronto descubrirá Julia que no es ella quien se quita la coraza para dejar llegar a alguien a su corazón, es el amor el que rompe las armaduras más resistentes. Y Néstor, el tercer lado de este singular triángulo con un vértice común: una poesía . De buena familia y mala vida, Néstor también se esconde tras su peculiar coraza de un sentimiento que no sabe cómo gestionar y todos sus pasos hasta ahora, han sido tan solo tropiezos en la vida, aunque él los considere éxitos…
La Barrendera de la Plaza de la Reina es una novela de Interrelaciones, de vidas que marchan paralelas  hasta que el Destino las cruza, nada pasa al azar, parece querer decirnos el autor, todos estamos relacionados entre nosotros  y sin darnos cuenta,  nos complementamos de tal manera, que las decisiones de unos, afectan a los otros. Una vida llena de muchas vidas.
Poesías, amor, desamor, dolor, enfermedad, desilusiones y sobre todo, una novela de segundas y terceras oportunidades.

La vida es así.”

Y observando a todos los que pasan por mi lado, continuo mi trotar buscando mi lugar en una historia…tal vez en este momento alguien la esté escribiendo.


LA BARRENDERA DE LA PLAZA DE LA REINA
Vicente Murría Esteban
 

CARENA EDITORS
ISBN: 978-84-92932-61-0



El autor y su obra colaboran con: www.asleuval.org


Una Reseña de Yolanda T. Villar
©TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS

jueves, 8 de mayo de 2014

ENTREVISTA CON...Paco Ramos Torrejón

 Paco Ramos


Llevo un buen rato trotando siguiendo el vuelo de una gaviota, no piensen mal, no son instintos depredadores solo los que mueven a un felino; en esta ocasión es un Instinto de instintos, es una necesidad absoluta de alzar el vuelo tras ella, ver la Bahía a vista de pájaro y poder decir ¡Esta también es la vista de un Gato! al igual que ella llegar más allá de un tejado, que este no fuera límite y barrera, solo trampolín para emprender mi viaje.
 
Sigo  a la gaviota con la mirada, creo que pretende llegar al sol y a la vuelta seguir a la luna tras alcanzar las estrellas, y es que es realmente asombroso lo que ocurre en este cielo de Isla de León, que aún luce el sol cuando la luna ya ha salido. Es la magia del cielo del Sur. Ese Sur que refleja el mar en el cielo y pinta de cielo el mar…pocos sitios hay en los cuales mirar hacia arriba, más allá de las nubes, sea tan hermoso y gratificante como hacerlo a tus pies.  Luz, sol y agua. Hace un rato, observando a la gaviota un gavilán me contaba que ya no sentía la necesidad de cazar, cruzar el cielo de la Isla y envolverse en él era su alimento, las gotas que salpicaba la brisa al lamer el mar eran las que calmaban su sed; por presa, el aire, por cazador, sus plumas acariciándolo.

Un rayo de sol atraviesa valles y montañas hasta llegar a mí. Es la señal. Gato, estás tan al Sur que África te guiña un ojo.
Ya está bien de volar sin ser ave, soy un Trotero y mis pasos me guían y encaminan por la Isla con nombre de gran felino ¡miauuuuuu! no es casualidad que me halle aquí, lo he dicho antes, es el Instinto de instintos, la Isla me ha llamado, yo solo he seguido su voz de agua pincelada con sonidos de gaviotas,  y rumores lejanos de Tanguillos de Cádiz –cierro los ojos y siento en mis venas, que no en mis oídos, ese estribillo polimétrico y alegre que te incita e invita a bailar aún sin saber moverse de un ladrillo− Alegrías en la esquina, el Mirabrás, las Romeras, los Caracoles, las Rosas y las Cantiñas allá por donde miras ¡Ay mis cantes de Cádiz!

Isla de León, Ciudad de San Fernando, dónde hasta los gatos van un ratito a pie y otro trotando.

Huele a “Frito gaditano” y hasta mis orejas llega el tintineo de dos copas colmaditas de Jerez…no podía ser de otra manera, ahí anda la pelirroja dando también rienda suelta a su Instinto de instintos: la charla entre amigos junto a una buena copa de vino. Un joven de sonrisa amable y ojos brillantes como la luz del Sur escucha atentamente a su improvisada reportera, ríe, suspira y toma la palabra. Risas, risas y risas. Hay quien diría que es normal entre dos amigos, otros que es lógico entre copas de Jerez y los más, que así se charla bajo el cielo del Sur.
 Yo, mientras las gaviotas surcan los cielos, escucho las palabras que provienen de la orilla del mar…

1)Enhorabuena en primer lugar por esta maravillosa ópera prima, Paco. A pesar de llevar mucho tiempo escribiendo relatos cortos, ha sido con El Viaje del Héroe dónde se nos ha mostrado  a todos como novelista. ¿Tenía que ser esta y no otra novela, Paco, es esta la novela ansiada durante tanto tiempo?
Muchas gracias. El proceso de creación de esta novela fue francamente curioso y distinto, ya que antes de sentarme a escribirla había bocetado la historia incluso por capítulos. Pero uno escribe sobre los momentos intensos, sobre sentimientos profundos. De repente, en esa intensidad, comenzó a cobrar importancia la necesidad de que al ser mi primera novela, tenía que hacer un homenaje a mis referentes, aquellos a los que he leído durante años y aquellos a los que no sólo leo, sino con los que también comparto camino, me acompañan y me enseñan. Por eso, la novela primigenia pretendía ser la historia de una familia, y de esa historia apenas quedó la metanovela que se vislumbra a través de los relatos cortos que encabezan cada capítulo. Por lo tanto, puede que no sea la novela ansiada, viéndolo desde ese punto de vista, pero sí que es la novela que necesitaba escribir en ese momento. De manera que tenía que ser ésta y no otra. Más que nunca, fue ella la que eligió ser contada, porque en mis planes no estaba que saliese la historia de Abel Buñol.
2) No todos los escritores lo vemos de la misma manera, pero en su caso ¿Fue siempre su idea la de ser novelista o tras escribir relatos, estos cada vez fueron más largos hasta hacerle ver que podría ser una novela? No sé si vio  el relato como un ensayo para escribir novela o simplemente sucedió sin más.
Si tengo que elegir entre novela y relato corto, me quedo con el relato. Me siento más cómodo en él. Pero es verdad que todos llevamos dentro historias que merecen ser contadas y que no caben en un relato. El relato corto no fue parte de ningún ensayo, sino, más bien, de una forma de acercarme a un público que no era lector y no iba a pararse a leer una obra de un cierto volumen. Cuando uno empieza a escribir debe tener muy claro a quién dirige su obra. En mis primeras publicaciones yo contaba con mi entorno más cercano, y ese entorno, por desgracia, no era aficionado a la lectura. La sorpresa fue que incluso ellos mismos, después de leer los relatos, demandaban una historia más contundente, más páginas. Creo que esa es la mayor satisfacción que he tenido, que gente que nunca haya leído se haya volcado en mis obras. Un amigo, incluso disfrutó tanto la novela, que me confesó que tras terminar de leerla fue a comprarse otro libro para ver si conseguía seguir disfrutando tanto con la lectura. Es la mayor alegría que puede sentir un escritor, conseguir, a través de sus textos, despertar la pasión por la lectura.
3) En una ocasión alguien me dijo que toda novela no es más que una sucesión de relatos cortos, solo que uno se empeña en crear un hilo conductor entre ellos para escribir finalmente una historia larga, y llamar capítulos, a los relatos… ¿Todos necesitamos en algún momento contar una larga historia? ¿Sería realmente necesario unir esos pequeños relatos para darle más consistencia a lo que queremos contar?
No sé si llamarlo una sucesión de relatos cortos, pero sí que es verdad que es una sucesión de escenas. Escenas que a veces se agolpan en nuestra cabeza y que necesitan ese hilo conductor como nexo. A veces lo que nos gusta es jugar a la vida, a recrearla y a crearla. Y eso es una novela, una vida, una historia en la que caben muchas historias. Pero si lo que queremos es escribir relatos cortos, éstos no necesitan esa unión. Dentro de una colección de relatos puede haberla o puede no haberla, pero en una novela no sólo es necesario el hilo conductor, sino que a través de él vamos a ir despertando la historia y llenándolas de contenido, de otras historias entrecruzadas. Depende de lo que queramos escribir.
4) ¿Qué hay en El Viaje del Héroe de ficción y que de autobiografía? Lo digo porque para un escritor novel  es fácil identificarse con el protagonista: una pasión, un sueño, un viaje, un reencuentro…
Dice García Montero que la literatura siempre parte de una experiencia individual que nace del escritor y luego se convierte en experiencia colectiva en manos de los lectores que consiguen identificarse con una historia. Por todo ello, es inevitable que episodios de tu vida, y sobre todo sentimientos, se abran paso a través del papel. Uno escribe sobre lo que conoce, sobre experiencias propias o ajenas, por tanto siempre hay algo de autobiografía en lo que se escribe. En el caso de El viaje del héroe, esto se encuentra en los lugares, en la pasión literaria que Abel Buñol comparte conmigo, en su trabajo de escribir su primer novela, pero poco más... Hay episodios de la supuesta novela que escribe Abel Buñol que tratan de reflejar el pasado de mi ciudad a través de historias que he escuchado a los mayores. La literatura se nutre de la vida, e incluso estoy de acuerdo con Lobo Antunes cuando afirma que “la imaginación no es más que la memoria fermentada”, porque incluso lo imaginario parte de una forma particular y propia que se tiene de ver el mundo. Y eso parte de nuestras experiencias y nuestro propio bagaje en el vivir. Más allá de la eterna diatriba entre ficción o autobiografía, nuestro trabajo es contar historias y transmitir sentimientos. Y para ello da igual que se parta de la propia realidad o de una inventada, lo fundamental es construir una historia verosímil.
5) Su novela, Paco, así de entrada es difícil de catalogar, y hoy en día parece que todo tiene que estar catalogado para llegar a una librería y saber directamente donde dirigirnos, sin embargo, su libro es una Novela de ficción, también es una novela Costumbrista, una mini-novela dentro de una novela, una novela de alto “romanticismo erótico”, un catálogo literario, pero también una lista personal de libros y autores, una guía gastronómica, y si me permite la acepción, una guía de viajes-novelados ¿Qué diría usted de todas estas etiquetas?
En primer lugar, que nunca me han gustado las etiquetas. Hay quien la ha clasificado como erótica. De las 310 páginas que tiene, creo que si uniéramos todo el contenido erótico, no llegaría a las 10 páginas, por tanto creo que es injusto que se la sitúe en el terreno de lo erótico. A pesar de que el viaje tiene un gran sentido en ella, tampoco es un libro de viajes al uso, ni tampoco una novela de aventuras aunque en su título se emplee la palabra “héroe”. Pero es cierto, tiene viajes, ficción, relatos costumbristas, erotismo, metaliteratura.... e incluso, como dices, guía gastronómica. Más allá de etiquetas, y como decía antes, la novela es una vida, y en la vida de una persona se dan todas estas circunstancias. De eso se trata, ser fiel al retratar la vida de un personaje para que la historia resulte tan creíble como la propia vida. 
6) El Viaje que recorre Abel Buñol, es un viaje un poco de antihéroe, pues en algunos momentos, cómo la enfermedad de su amigo Jaime, los problemas con Rosario, sus dudas, su huida de sí mismo, se le ve a punto de tirar la toalla ¿Todo héroe no es más que su antítesis, no hay cara sin cruz? ¿Es necesario pasar por todo ello cuando uno se busca a sí mismo?
No hay crecimiento sin lucha. Decía José Hierro: “Llegué por el dolor a la alegría”. Creo que las grandes personas, los héroes de a pie, se forjan en la pelea, en las ganas de salir adelante, en reponerse a las circunstancias. El sufrimiento, incluso la muerte, forma parte de la propia vida. Son las reglas de un juego que vienen dadas desde el mismo momento en que empezamos a vivir, aunque al principio no seamos conscientes de ello. La apuesta siempre debe ser la vida, aunque el hecho de estar vivo siempre exija algo.
7) Lo que más llama la atención de su novela, es ese gran respeto por los grandes genios de la literatura, autores y obras; no faltan en ningún momento de la historia, un gran respeto por los grandes reconocidos y una reivindicación para los grandes olvidados, pasamos del recientemente fallecido Gabriel García Márquez y  sus inolvidables obras, a los inmerecidamente apartados, Quiñones y Luis Berenguer ¿Qué significó incluir estos autores en su obra, en algún momento no estuvieron presentes en el planteamiento?
Como decía antes, no estuvieron en el planteamiento en ningún momento. Fue una necesidad. Como novela iniciática necesitaba que estuviesen presentes. Un escritor debe ser, ante todo, un gran lector, y tenía esa deuda con todos aquellos que tanto me han enseñado a través de sus libros. Ese gran homenaje, sin duda alguna, es el verdadero sentido de la novela, por mucho que  no hubiese estado proyectado.
8) No cabe duda a estas alturas, Paco, que es usted hombre de grandes convicciones y de que muestra gran respeto por aquellos a los que admira, ya sean grandes escritores o amigos de su día a día ¿Qué papel ha jugado en esta su primera novela, Pedro Castilla Madriñán?
No sólo en esta primera novela, sino en mi propia vida Pedro es una parte fundamental. Una de esas personas que todo lo da, que siempre está dispuesto a entregar más de lo que puede ofrecer. Una de esas personas que siempre creyeron en mí, una de las que más haya aprendido, y aprenda, a nivel humano y personal. Por eso es el único personaje que aparece con el nombre y apellidos de aquel que lo ha inspirado. Pedro es tan importante que su nombre no podía estar enmascarado. Simplemente tenía que estar ahí tal y como es él.
9) Al igual que Pedro Castilla, no podemos dejar de obviar a una persona que ha desarrollado un papel  tan importante para usted que le ha convertido en personaje de peso en su novela, el Profesor Herrera González…
El profesor Herrera González es en realidad José Antonio Hernández Guerrero. Hay un antes y un después en mi vida, y en mi literatura, a partir de conocer a José Antonio y empezar a trabajar con él en el club de letras de la Universidad de Cádiz. José Antonio es una persona de la que aprender las 24 horas del día. Su concepción humanista se refleja poderosamente en las relaciones que su teoría literaria establece entre literatura y vida. “La literatura no sirve en tanto y en cuando no nos ayude a entender y a interpretar nuestra propia vida”, dice José Antonio. Y yo no puedo estar más de acuerdo.
10) Llegado a este punto, Paco, siempre preguntamos por las personas, autores o libros que le han marcado. Su libro está lleno de referencias a todos ellos, desde García Márquez, Luis Berenguer, Paul Theroux, García Lorca, Eduardo Mendoza que nos recibe en la primera página del libro Homero y su Ulises, Cervantes y su Quijote, Berenguer y su Juan Lobón…¿Sería una Odisea pedirle elegir a uno de ellos? ¿Sería injusto, para ellos o para usted? Entiendo su consternación, a mi me pasaría lo mismo si tuviera que elegir.
Siempre es injusto elegir a uno, además de difícil. Pero, no porque su muerte lo haya traído de nuevo al candelero, García Márquez y Cien años de soledad marcaron mi destino. Quería conseguir, en algún momento, que alguien pudiese sentir, con una historia mía, todo lo que yo sentí y viví con Cien años de soledad. Me quedo con él.
11) Aquí que tenemos a un Gato como “titular y protagonista” del blog y de los relatos que en él contamos, estamos encantados tengo que decirle, que yo lo estoy y mucho− de haber contado con su cameo en la novela ¡me encanta! ¿Cómo surgió la idea Paco? así una se siente menos rara al incluir a su gato, que en realidad es gata, en sus historias (risas)
Surgió como otra forma de homenajear a una escritora que siempre me ha apoyado y me ha prestado su ayuda. Adelaida Bordés y su última novela, Fideos con caballas, tenían que estar presente en El viaje del héroe. Al darse el hecho dentro de un tren, y habiéndome gustado tanto esa novela, no podía ser otro quien apareciese leyéndola más que yo. En aquella época pasaba mucho tiempo en los trenes. También fue por el placer de utilizar un recurso inesperado, una forma de llamar la atención del lector.
12) Preguntarle por la literatura y los viajes, Paco, tras leer su novela es prácticamente reiterativo, pero voy a hacerlo y quiero ir un poco más allá ¿Sin viajar se puede escribir del mundo exterior? ¿Es el mundo interior, tal vez, el que nos da la visión del exterior?
La mayor parte de las historias parten de nuestro propio mundo interior, pero, más que viajar, un escritor necesita vivir para nutrirse de experiencias. En ese caso, el viaje es fundamental por lo que nos aporta al conocer lugares y formas de vivir distintas, puntos de vista que no imaginamos. Y a veces esa diversidad está más cerca lo que parece, no es necesario viajar a algún lugar remoto del planeta, sino que a veces un simple cambio de comunidad autónoma nos hace ver las cosas de otra forma, e incluso de un pueblo a otro.
13) Para acabar, aunque cuesta poner fin a tan estupenda charla con tanto que preguntar y más aún por escuchar ¿Hay algo nuevo en su horizonte literario, Paco? Sin gafarlo, solo un pequeño adelanto…
La verdad es que es una entrevista que no me gustaría terminar. Enhorabuena. Hay muchos proyectos. Hay una novela acabada, Deuda de oxígeno, pero en pleno proceso de idas y venidas; editoriales, agentes... lo que yo llamo siempre la parte fea de la literatura. En ella se toca el tema de la explosión que arrasó la ciudad de Cádiz el 18 de agosto de 1947. También continúo con los relatos, experimento con la poesía y escribo otra novela, en la que de momento sólo tengo un buen principio. Creo que los escritores somos así, siempre tenemos muchas cosas entre manos.

Muchas gracias Paco, ha sido todo un Viaje el realizado con usted a través de sus personajes y sus palabras. Un placer y una lectura de lo más heroica.


La charla acaba y el día llega a su fin. He de ponerme a Trotar de nuevo, no sé si mirando al cielo, o guiado por el horizonte raso. Lo que si se, es que La Isla, ni seas Ponce de León, ni Fernando VII, pertenece más que a los isleños, los gaditanos que besan el mar.

Cruzo el Puente Zuazo sin que mis patas toquen el suelo, y mis bigotes acarician a su paso las Columnas de Hércules, y marcho por dónde he venido…a través del cielo del Sur.


(Ciertos fragmentos del comienzo están basados en la canción, El Sur, de los Puntos)


Una Reseña de Yolanda T. Villar.


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