miércoles, 24 de diciembre de 2014

LA ABUELA Y LA ESTRELLA de Bárbara Fernández Esteban. Ilustraciones de Ana Belén Rodríguez Ros





“Érase que se era, que es y que será, una abuelita sandunguera y farandulera, que gustaba, gusta y gustará de tocar el violín y así a las estrellas y constelaciones hacer sonreír. Pero un mal día, el violín de la abuelita dejó de sonar y por más que ambos buscaban entre sus cuerdas, su puente y su diapasón ¡no salía ni un sonido y es más, solo había silencio y desazón!
Marchó en Nochebuena la abuela en busca de su música perdida ¡No lloréis niños, no os entristezcáis estrellas, que una solución habrá o de lo contrario la abuelita, para alegraros la vida hasta palmas tocará!
Pero lo que la búsqueda deparó a la abuela, lo que encontró en su trotar, aquí no os lo puedo contar, con paciencia y muchas ganas el cuento de La abuela y la estrella deberéis decirle a vuestra abuela que os lo ha de contar, pues nadie mejor que ella para hacer que esta historia, nunca deje de ser verdad…

Nos deleita Bárbara Fernández Esteban con este delicioso cuento sobre la navidad, la ilusión, la esperanza y el amor, cuento que escribió para sus nietos y que ahora ellos nos regalan para disfrute de todos ¡Quien pudiera tener una abuela que no solo te cuenta cuentos si no que los escribe para ti! y es que las superabuelas, no son solo cosa de las cuentos y la fantasía, cerca nuestro, día a día, nuestras abuelas nos entregan su cariño, su corazón y su sabiduría ¿qué haríamos sin ellas?
Ana Belén Rodríguez Ros embellece lo bello con sus bonitas ilustraciones, poniendo rostro y sonrisa a la abuela que perdió la música y la encontró en ¡chissssst, que no se puede aún desvelar!
 Que nunca se nos olvide esa entrega y que jamás ellas, y nuestros abuelos, se olviden de quienes fueron y de cuanto les queremos. El Alzheimer nos afecta a todos, cuando quienes queremos no recuerdan que ellos también nos quisieron a nosotros, todos perdemos la parte más importante de la memoria, la que se guarda en el corazón; si ellos no la encuentran más, seamos nosotros quienes la conservemos muy dentro por ellos.

¡¡Feliz Navidad y próspera memoria del corazón!!”








Un recordatorio navideño de Yolanda T. Villar

Porque Yo, también perdí a mi madre y  mis abuelos en los recovecos de la desmemoriada memoria.

En beneficio de l’Associació Familiars d’Alzheimer de Salou

©TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS




2 comentarios:

  1. ¡Que bonito! si la reseña me ha encantado no quiero ni pensar en lo que me gustará el cuento. Desde que soy madre estas cosas me emocionan mucho.

    Un beso Gatita, eres estupenda.

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    1. Seguro que si Sandra, el cuento es corto pero realmente bonito. Te encantará sin duda.
      Un beso, guapísima!

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