sábado, 3 de agosto de 2013

CORRIGE LAS COSTUMBRES RIENDO- XIV Festival de Teatro Clásico de Olite

 
Desde que el mundo es mundo siempre han existido listos y tontos. Unos se aprovechaban (y se siguen aprovechando, no hay más que mirar los periódicos) del buen fiar de los otros para obtener réditos que les beneficiasen y poder así disfrutar de la vida con mayor ventura. Allí donde florezca la fortuna de un listo es porque ha existido un tonto, o varios, que han acudido a regar el sembrado ajeno sin ser conscientes de ello.

A grandes rasgos, ese es el resumen que se puede realizar de la última obra escenificada en La Cava de Olite, en la trasera del Castillo Palacio de los antiguos reyes de Navarra. Bajo el título de El médico a palos, la compañía de teatro local Los Cadalzos representó una de las últimas obras concebidas por la imaginación del autor francés Molière.


Un médico que no es médico sino lenguaraz leñador. Una mujer de leñador que, cansada de los embustes y los palos que su marido le receta, decide vengarse de él. Dos criados de un hacendado que buscan un buen galeno que cure a la hija de su amo de un mal que la dejó muda. Una hija que finge un mal que no tiene con tal de evadirse de un casamiento que no desea pero al que su padre le obliga. Un padre entregado en exclusiva a ver a su hija escalar posiciones en la escalera social, sin importarle nada más... Sobre esta base, Molière compone una farsa donde nadie es lo que parece o dice ser, y cuyo final únicamente puede tener un destino: que todo aquel que vive y saca partido del embuste sea, por una vez, escarmentado, y que de una vez por todas caiga derribada al suelo esa moral que acostumbra a buscar la conveniencia económica para las familias cuando se produce una boda en lugar de la felicidad de quienes contraen matrimonio.


La comedia francesa siempre estará en deuda con Molière. El galo es uno de esos autores tan decisivos para la literatura de un país y para la Literatura en sí misma, que si no hubiese nacido, lo tendrían que haber inventado. El genial autor del universal Tartufo fue un hombre de escena comprometido con la sociedad y se valió de su ingenio para criticar los defectos del mundo en el que vivía. Así, la mayor parte de sus obras representan un ataque contra lo arcaico, la beatería, la moral hipócrita, los falsos sabios... Siendo un niño, Molière
asistía con frecuencia a decenas de representaciones de teatro de grupos ambulantes llegados a París desde la vecina Italia. Es probable que a aquel avispado joven le llamase la atención aquel latín que podía leerse en muchos de los carromatos que servían para portar los enseres del espectáculo y que decía así: "Castigat ridendo mores", o corrige las costumbres riendo. Es más que probable que dicha leyenda marcase la vida y la obra de Molière, y gracias a ella el género de la comedia fue, y sigue siendo, un modo vital e imprescindible de encarar los problemas y denunciarlos públicamente con estilo y talento, algo que siempre molestará al poderoso.



Era de esperar que el Festival de Teatro Clásico de Olite generase en los habitantes del pueblo un gusto especial por el teatro que, cada año, y gracias a la labor emprendida y mantenida por el Gobierno de Navarra de fomentar la cultura en una población pequeña,se viene desarrollando desde hace ya dieciséis ediciones y que, hoy por hoy, es una de las citas más importantes de la escena clásica en el norte de España. La cosa cuajó hace siete años, cuando un grupo de amas de casa organizó un taller de teatro. Lo que en principio era algo pensado para evadirse de los asuntos mundanos y pasar un rato agradable en compañía de las amigas, acabó convirtiéndose poco después en un proyecto ilusionante que fue aglutinando a hombres y mujeres amantes de la cultura y de su pueblo. Juntos crearon el Grupo de Teatro Los Cadalzos, y desde entonces no han parado de componer nuevas obras. El del pasado martes era su debut sobre un escenario de gran importancia, y consiguieron estar a la altura de la exigencia comprometida. El público, que a pesar de ser local no se comportó como tal, premió al final de la obra con un merecido y extenso aplauso que a buen seguro dejó satisfechos y llenos de orgullo a un grupo de teatro que, si bien son amateur, se dejaron sobre el escenario el alma y lo mejor de sí mismos.

Misión cumplida.






EL MÉDICO A PALOS

Autor
MOLIÈRE

Dirección
MARISOL GARCÍA GONZÁLEZ

Reparto
LUIS MIGUEL IZURIAGA (Bartolo)
JAVIER ECHARRI (Lucas)
JOSÉ ENRIQUE JIMÉNEZ (Jerónimo)
MARTA ESCUDERO (Paulita)
ADELA GUILLERMO (Martina)
JESÚS ECHARRI (Ginés/ Leandro)
FABIOLA ARMENDÁRIZ (Andrea)

Compañía
LOS CADALZOS



TEXTO E IMÁGENES: Santiago Navascués

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